miércoles, 7 de octubre de 2009

XXIV. La crisis de alimentos.

“Cuanto mayor es la dificultad, mayor es la gloria”.
Marco Tulio Cicerón

Mundialmente empieza a sonar el tema de la escasez de alimentos. A raíz de los altos precios de petróleo se insinuaba sobre el efecto negativo que esto pudiera tener sobre los precios y disponibilidad de alimentos.
Es muy penoso que con la reducción de los precios del petróleo ya se deje de hablar de este tema y los preparativos que estábamos haciendo para enfrentar esta situación se hayan echado a un lado.
El país debe ver esto como una voz de alerta, algo que puede pasar y que definitivamente para lo que no estamos preparados. No debemos esperar a tener el “agua el boca” para entonces empezar a tomar acciones.
De retornar esta situación con el petróleo, se empezarían a usar las tierras, los recursos, las herramientas que antes se usaban para la agricultura y para la elaboración de alimentos, ahora para la elaboración de combustibles, se intentará ampliar la creación de combustibles a partir de aceites orgánicos, del maíz, de la caña, de todo lo que se pueda, el 1er mundo no se va a parar y esto lo sufrirá nuestro 3er mundo.
Partiendo de análisis que hemos desarrollado anteriormente, entendemos que en República Dominicana deberían vivir no más de los 8millones dominicanos. Ya hemos descrito la forma en que llegaremos a esa cifra y según estos cálculos podríamos haber alcanzado este objetivo en unos 20 años.
También hemos hablado sobre el tema de autosuficiencia, y esta autosuficiencia debe abarcar también el tema alimentario. Anteriormente hablamos sobre las 2700 calorías/día necesarias para la correcta alimentación de cada uno de los 8 millones de dominicanos.
Tomando toda esa información, podemos deducir que es imperativo que República Dominicana produzca alimentos suficientes para todos los 8 millones de dominicanos con un mínimo de 2700 calorías/día. Estos alimentos deben ser: Arroz, Habichuelas, Carne de pollo, Carne de Res, pastas, Pan, aceite, huevos, azúcar, sal y otros artículos.
Actualmente la República Dominicana importa muchos de estos artículos. Los consumidores prefieren comprar artículos importados debido a que tienen mejor calidad y/o a que tienen mejor precio. En muchos casos la producción local de estos artículos no alcanza para cubrir el total de la demanda local.
En vista de que el productor y el industrial local no están en capacidad de competir. Debido a falta de capacitación, falta de tecnología, falta de personal calificado, costos de energía eléctrica y otros servicios extremadamente elevados, suministros, abonos, fertilizantes, etc. Se hace necesario que el gobierno coopere directamente con estas áreas pero que también ejerza cierto tipo de influencia y de control.
Durante muchos años el sector agropecuario-industrial de la República Dominicana se vio beneficiado por una economía proteccionista que cobraba altos impuestos a todos los productos importados generando un colchón que permitía al sector productor agropecuario-industrial ocultar todas sus ineficiencias. Durante este tiempo estuvieron “ordeñando la vaca”, y no hicieron las inversiones de lugar en tecnología, y en capacitación de ellos mismos y de sus empleados.
No saben ni conocen de calidad, de productividad, de servicios, de costos, o de nuevos sistemas de gestión empresarial, sin embargo se mantenían competitivos debido a la protección impositiva contra los productos importados.
Hoy, luego de las presiones internacionales, la eliminación de las cuotas de exportación a Estados Unidos establecidas a través de la Ley Comercial de 1974 (Trade Act 1974) que definía el Sistema Generalizado de Preferencias (GPS), etc. nos vemos obligados a firmar el TLC con Centroamérica y Estados Unidos. Por mi parte, estoy totalmente de acuerdo en que República Dominicana pertenezca a este acuerdo pero hoy, 2 años luego, podemos ver que los resultados han sido desastrosos para República Dominicana. Con relación a Centroamérica, hemos podido exportar un 1% de lo que hemos importado (por cada USD$0.10 que exportamos de Centroamérica entran USD$0.90, y con a Estados Unidos en lugar de incrementar las exportaciones hemos bajado en un 7.5% vs. Un incremento en las importaciones desde ese país del 15%, en fin, hasta ahora el saldo ha sido muy negativo para el país. Ante los países del Cariforum la relación es: Por cada USD$0.18 que exportamos, importamos USD$0.82.
El error, no teníamos información suficiente para negociar con estos países (aun no la tenemos). Según Sun-Tzu, “El estratega vencedor, primero se asegura la victoria, después entra en combate. El estratega perdedor primero lucha, después busca la victoria”.
En ciertos casos los negociadores de Estados Unidos tenían más información sobre capacidades, volúmenes, calidades, restricciones, legislaciones, barreras, costos y retos de la industria local que los mismos negociadores dominicanos. No teníamos información de los requisitos legales, reglamentaciones fitosanitarias, medidas de control comercial y de exportación. En definitiva, no conocíamos al adversario, pero tampoco nos conocíamos nosotros mismos. Según Sun-Tzu, en su libro “El arte de la Guerra”: “Si conoces al enemigo y te conoces a ti mismo, no necesitas temer el resultado de cien batallas; si te conoces a ti mismo pero no al enemigo por cada batalla ganada también sufrirás una derrota; si no te conoces ni a ti mismo ni al enemigo, sucumbirás en cada batalla”.
Quizá sea un poco prematuro evaluar los resultados del DR-CAFTA pero estamos viendo la triste realidad de haber incurrido en este TLC contando con un sector productivo-industrial extremadamente débil e incapaz, mal informado, mal preparado y hoy lo estamos pagando. Esta situación es insostenible tanto para los mismos productores como para el país.
Queda demostrado que nuestro sector industrial y agropecuario no están en condición de competir. Por lo visto, esta situación se va a agravar más con el tiempo ya que ahora se vencen ciertos plazos y más categorías de productos podrán entrar al país libre de impuestos. Esto presionará más al sector industrial que tiende a desaparecer y esto a su vez va acentuar el desempleo, la delincuencia, el narcotráfico, la prostitución y la indigencia.
Ante esta situación se crea un círculo vicioso que impide que se invierta en el sector, pues, ¿Quién va a invertir en un sector que tiene tan alto riesgo y un futuro tan negro? Se podría oír injusto, pero luego de que el sector productivo duró 40 años beneficiándose de una economía proteccionista, de haber tenido 4 años de preaviso (tiempo que duraron las aprobaciones del acuerdo y la generación de las leyes de soporte) para preparar lo necesario y poder entrar adecuadamente en el acuerdo y en una económica abierta, para cumplir con todas las reglamentaciones fitosanitarias, medidas de control comercial y de exportación, homologación de los laboratorios, etc. No hicieron la tarea y por ello el tratado ha tenido un saldo negativo para el país que de seguir así el estado se verá en la obligación de intervenir por ellos y por el país, impidiendo que este sector desaparezca y que no convirtamos en una economía de servicios. Deberá intervenir, no por ellos (los industriales), sino por el país, para poder cumplir con su objetivo de autosuficiencia y poner así generar empleo.
Se debe definir cuáles son los artículos a fabricar y en cuales volúmenes (orientados a cubrir los 8 millones X 2700 cal/día). Se debe determinar cuál es la cantidad de tierra necesaria y cuáles son las mejores tierras con las que cuenta el país para hacer estas siembras o esta ganadería, definir quienes son los mejores candidatos para administrar las fincas para cada tipo de producto.
Se debe proyectar cuales serán los volúmenes y costos de producción de cada una de estos “proyectos” año tras año y hasta que se alcance el objetivo de 8 millones X2700cal/dia. Observar que en el tiempo, los costos y la calidad de los productos sean iguales o mejores que los costos de los productos importados.
Inicialmente y con la idea de cooperar con el resurgimiento de la industria, los empresarios tendrán la garantía de que van a poder vender toda la producción que puedan fabricar, el gobierno debe garantizar esto haciendo que los detallista estén obligados a ofertar los productos locales con igual o mayor motivación que lo hacen con los productos extranjeros, también los productos ofertados en los comedores comunes (que existirán en el barrio residencial y en el barrio industrial) serán adquiridos desde cooperativas compuestas por agricultores e industriales locales. Por otro lado, se exigirá a todos los medios de comunicación que dediquen cierta cantidad de tiempo/día a fomentar la comprar de productos locales y sobre los beneficios de comprar productos locales sobre internacionales, mostrarle al pueblo de qué forma puede quedarse la riqueza en el país o de qué forma puede salir, y como esto los impacta a ellos mismo , otras ayudas serán que las maquinarias compradas internacionalmente no pagarán impuestos de importación al igual que la contratación de técnicos extranjeros, entre otras ideas.
El gobierno mantendrá asesores asalariados, profesionales muy bien capacitados en cada una de las aéreas, para que cooperen con los industriales y los asesoren en temas de gestión (administración, logística, servicios, justo a tiempo, calidad, etc.), pero que también servirán como ojos del estado de forma que se garantice la realización de inversiones adecuadamente y que se mantengan los niveles de exigencia en productividad, costos y calidad. El empresario deberá cumplir con todos los pormenores exigidos por estos asesores. Así se garantizará que no se caerán los estándares ni se propiciará que el empresario se “enriquezca” a cuesta de la competitividad futura del negocio.
Por otro lado, y en el caso de que nuestros productos se hagan atractivos a nivel internacional y/o que los precios internacionales sean atractivos para la exportación, la exportación será posible siempre y cuando el mercado local este totalmente abastecido.
Implementadas estas medias, estaremos garantizando que la crisis alimentaria no afectará a República Dominicana, nuestros 8 millones de habitantes estarán consumiendo sus 2700cal/día. Se garantizará el empleo, tanto en la industria como en el campo y esto permitirá que este círculo vicioso negativo se invierta y que podamos empezar a crecer hacia el pleno empleo y a plena alimentación.
Simultáneamente, esta iniciativa motivará la repoblación de los campos que se han despoblado a raíz de las malas condiciones de vida que ofrece y que ha provocado la sobrepoblación de las ciudades y principalmente de Santo Domingo.

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