miércoles, 7 de octubre de 2009

VII.Balanza General

Nuestra balanza comercial es negativa y ha sido negativa desde la muerte de Trujillo. Los dominicanos consumen o gastan más de lo que generan y esto, usando simples matemáticas no es sostenible. Más sencillo, si usted gasta en su casa más de lo que gana, ¿qué pasa?
Los reflejos de esta situación se pueden ver en la deuda externa. En 1961, República Dominicana no tenía deuda externa, hoy la deuda externa es de USD$7,500 millones, 80% del presupuesto nacional correspondiente al 2009.
Otra forma de ver esto es el empobrecimiento progresivo al que hemos sido obligados desde 1961 hasta hoy, donde el 40% de los dominicanos viven con menos de un dólar/día.
Nuestra económica es totalmente dependiente. Los ingresos de divisas principales de la República Dominicana están basados en rubros de dependencia totalmente externa como lo son las zonas francas (80% de Estados Unidos), Remesas (principalmente desde Estados Unidos) y turismo (Canadá, Europa). Los aportes del sector industrial y agropecuario son casi insignificantes. El Producto Interno Bruto de la economía dominicana está compuesto en un 12.4% de agricultura, un 10.3% de industria no manufacturada, 15.1% en industria manufacturada y un 62.1% de servicio.
Por otro lado, nuestros gastos también están basados en rubros externos, como lo es la factura petrolera que hoy representa el 35% del presupuesto anual del país y la cual nos está embarcando en una deuda externa sin precedentes en la República Dominicana.
Esta combinación, de Ingresos desde fuertes externas incontrolables y egresos hacia fuentes externas también incontrolables es en extremo riesgosa para la República Dominicana ya que al ser prácticamente dependiente de externos no se tiene ningún tipo de control sobre los mismos. Cualquier movimiento negativo, en cualquiera de las partes tiene un impacto directamente proporcional y/o mucho peor sobre la economía del país.
Siempre hemos oído que “Cuando la economía de Estados Unidos tiene gripe la nuestra tiene neumonía”, esto también lo hemos oído decir a políticos y economistas mexicanos. Tanto la economía Mexicana como la nuestra tienen una interrelación muy directa con la de Estados Unidos. Las empresas de zona franca, las remesas, y parte del turismo vienen desde allá, por otro lado, nuestras exportaciones van dirigidas principalmente hacia allá.
El año pasado (2008) y lo que va de este (2009) han demostrado la peligrosidad de este esquema económico-dependiente y ha debido servir para abrirnos los ojos y hacernos entender que nos urge cambiar esta composición de generación y erogación de divisas.
Los precios internacionales del crudo llegaron a cifras record (>USD$150.00/barril) algo que era insostenible para el país y que de no haber sido por la “buena voluntad” de Hugo Chávez y Venezuela, a través de Petrocaribe, sin duda alguna la económica de nuestro país se hubiese detenido y las consecuencias hubiesen sido catastróficas.
Por otro lado, podemos ver como la crisis financiera e inmobiliaria de los Estados Unidos afecta a todo el mundo, pero también podemos ver cómo afecta más contundentemente a la República Dominicana donde se ya se han perdido más de 100,000 empleos, principalmente en las zonas francas desde mediados del 2008. Adicionalmente, para el 2009 se espera una reducción importante en las remesas, las cuales bajaron en el primer trimestre de ese año en unos USD$55.1 millones (una reducción del 7.6%, y se proyecto que para fin de año la reducción será del 10%), el retorno de miles de dominicanos ausentes fruto del desempleo que se ha generado en los Estados Unidos, una reducción importante en las exportaciones, entre otros muchos males.
Según declaraciones del economista Henri Hebrard para Diario Libro del 1/5/09 las exportaciones dominicanas hacia Estados Unidos bajaron un 20.8% en los primeros dos meses del año (2009), mientras que la llegadas de turistas cayó un 8.6%.
El pais ha experimentado una desacelaracion importante en la economía y muestra de esto es que las recaudaciones de impuestos han disminuido en RD$1,216 millones (14.56%) con respecto al mismo periodo (Enero – Mayo) entre los años 2008 y 2009. El crecimiento del PIB en el 2008 fue de 4.5% aproximadamente mientras que las proyecciones para el 2009 son de solo un 3%.
El gobierno dominicano está de manos atadas, no puede tomar acciones que estimulen la economía, no puede frenar el crecimiento del desempleo, no puede motivar las exportaciones, no puede presionar para que bajen los precios del petróleo, quizá lo único que pueda hacer es decir “Agárrense que ahí viene el fuetazo” y esto es lo que trató de hacer cuando, Leonel Fernández, en Cumbre de América Latina y el Caribe desarrollada en Brasil durante el mes de diciembre de 2008 le propuso a los países de Latinoamérica unir voces y exigir a los organismos financieros internacionales y a la Reserva Federal de Estados Unidos que digan la verdad sobre la profundidad de la crisis, de manera que las pequeñas economías adopten políticas para disminuir el impacto de los daños.
Presidente Fernández, República Dominicana ha estado en una crisis económica y social desde el 27 de Febrero de 1844, envuelta siempre en miseria, opresión e intervenciones militares y ahora es que se oye “empezar a tomar medidas para disminuir el impacto de la crisis”. Pero si el país nunca ha salido de la crisis, antes de esta crisis tuvimos el problema lo de los precios internacionales del petróleo, antes de ella la quiebra de los bancos (Baninter, Bancrédito, etc), las firmas con el FMI, las protestas y las muertes del 84, las crisis del petróleo de los 70´s y 80´s, los 12 Años de Balaguer, la intervención norteamericana del 65, la Era de Trujillo, la Gran depresión en Estados Unidos, la intervención norteamericana del 16, la tiranía de Lilís, el tiempo de Buenaventura Báez, las guerras de restauración, la anexión a España, las batallas repeliendo incursiones haitianas, las guerras de independencia, la ocupación haitiana y entre una y otra, miles de precariedades.
Por otro lado, cuando la crisis no es política, económica o social entonces nos llega una retahíla de ciclones y tormentas tropicales que históricamente han dañado al país y han contribuido a esa debacle económica afectando la salud, la agroindustria, el turismo, la infraestructura vial (carreteras, caminos vecinales, puentes), sector energético, sistemas de comunicación y comunidades.
La República Dominicana debe aprender a vivir en la crisis, y cuando no haya crisis debe crear un ambiente de crisis, de forma que siempre tengamos puesto el uniforme de guerra, que estemos preparados pormantener un proceso continuo de mejora y poder así aprovechar oportunidades ya estemos en crisis o “no”. Según John F. Kennedy: “El momento para arreglar el techo es cuando el sol está brillando”.
Las crisis son cíclicas, en la historia podemos ver que situaciones similares a la actual han pasado en el país y en el mundo y seguro volverán a pasar en el futuro. Las similitudes entre la recesión que se está viviendo en Estados Unidos y el tiempo previo a la Gran Depresión de los años 30´s son enormes y atemorizantes. En ambos casos, la situación se originó tras una década de crecimiento económico, incremento del endeudamiento y especulación bursátil, con beneficios rápidos y fáciles, con el desplome de la bolsa de Nueva York y la pérdida vertiginosa del valor de las acciones allí cotizadas. El crash bursátil motivó una reacción en cadena en el sistema financiero, con numerosos bancos que empezaron a tener problemas de solvencia y de liquidez al acentuarse la desconfianza en su capacidad de rembolsar a los depositantes. Debemos esperar un nuevo “Jueves negro” en la economía Norteamericana y las implicaciones que esto tendrá en nuestro país. Se puede alegar que fuimos sorprendidos solamente una vez, luego de ahí, la gran verdad es que “NO ESTUVIMOS PREPARADOS”.
Nuestro gobierno debe aprender la moraleja que nos deja el 2008, lo que va del 2009 y la historia dominicana, debe entender que estamos así por ser una económica extremadamente dependiente, debe hacer planes para superar esta crisis e impedir que situaciones como estas nos pongan nuevamente en el borde del abismo.
No hay planes, estamos viviendo el día de hoy, pero mañana nadie sabe lo que va a pasar, tal vez nos convirtamos en una provincia Venezolana, quien sabe. Ya antes hemos estado en situaciones como esta y nunca faltó un Pedro Santana para intentar anexarnos al mejor postor. Gracias a Dios que el precio del Barril ha bajado por debajo de los USD$50.00 (No aplica PetroCaribe), esperemos que se mantenga así, por lo menos hasta que tengamos un gobernante capacitado en el poder.
Nadie sabe de dónde van a salir los dineros con los vamos a pagar esa deuda contraída con Venezuela tampoco se está haciendo nada para algún día poder responder a esa pregunta. Se habla de pagar con habichuelas, pero aun no se ha exportado el primer grano. ¿Cuándo comenzará el proceso?
Cuando veo a mi hijo y a mi hija (que un no nace) siento pena, y anticipo que la vida de ellos y, mucho más aun, las vidas de sus hijos, serán mucho más difícil que la vida mía, y esto me atormenta y sé que debe atormentar a muchos dominicanos. ¡Nuestra generación lo ha hecho mal! ¡Y “nuestros platos rotos” los van a pagar las que vienen!
Como dicen, “las desgracias nunca vienen solas”, este déficit hace que el país sea de alto riesgo para las inversiones, promueve el éxodo de las mismas y hasta los inversionistas locales se van a economías más solidas que existen en la región. Este éxodo propicia otro golpe a la balanza comercial y se inicia un círculo vicioso.
Imagínese que ninguna cadena de hoteles de Estados Unidos va desarrollar ningún proyecto turístico (fuente principal de nuestra economía) mientras la República Dominicana tenga este compromiso económico tan grande con la Venezuela de Chávez.
Para volver a ser competitivos y atraer inversión nos veremos obligados a devaluar la moneda (como trató de hacer Hipólito en el 2003 con lo que casi nos lleva a un colapso económico y como lo han hecho muchos otros antes que él), hoy se habla de llevar el tipo de cambio desde RD$35.5/USD$1 a RD$40/USD$1.
En el año 1961 el peso dominicano estaba a la par del dólar. Este tema de devaluar la moneda tiene implicaciones inflacionarias (difíciles de controlar), ya que los productos se encarecen y la gente con los mismos pesos no pueden adquirir la misma cantidad de bienes. El pueblo se empobrece y deja de tener acceso a la alimentación, a la educación, a la salud, al transporte, a la vivienda, y al entretenimiento. Todo esto tiene repercusiones.
Así seguimos retrocediendo y por esto la brecha que existe entre los países desarrollados de América los cuales han tenido menos tiempo para desarrollarse que República Dominicana (que ha podido evolucionar en 500 y tantos años de historia y se ha quedado atrás). Pero más aun, si nos comparáramos con ella misma, con la República Dominicana de hace 50 años, ¡cuánto hemos perdido!!!

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