miércoles, 7 de octubre de 2009

XIII. Degeneración social

“Hay tres clases de gente: La que se mata trabajando, las que deberían trabajar y las que tendrían que matarse”.
Mario Benedetti (Escritor y poeta uruguayo)

· Familia.
Según el taller subregional "Consumo de Alcohol, Problemas Asociados y Respuestas en América Latina" celebrado en Panamá en el 2008, a nivel mundial el consumo de alcohol promedio es de 5.8 litros, mientras que en América Latina (que es la región más consumidora del mundo) el promedio es de 8.9 litros y en ella, la República Dominicana es uno de los países más consumidores.
Una encuesta publicada en 2009 por el consejo Nacional de Drogas (CND) muestra que el 66,73% de los estudiantes dominicanos de escuelas públicas secundarias consume alcohol. Las bebidas alcohólicas suelen ser fuente ocasional de alegrías o el comienzo espiral que induce a muchas personas a la depresión, la enfermedad o, en el peor de los casos, a la muerte. También está asociado a conductas de alto riesgo con las prácticas sexuales inseguras.
En nuestro país, los varones pretenden demostrar su hombría siendo “el que más bebe” o “el que más mujeres tiene”. Muchachos y muchachas jóvenes que no tienen ningún criterio de protección sexual, bajo los efectos del alcohol tienen relaciones sexuales que en muchos de los casos provocan embarazos indeseados y enfermedades de transmisión sexual (como el SIDA).
Según datos estadísticos del Consejo Presidencial del SIDA (COPRESIDA), la epidemia del VIH/SIDA en República Dominicana ha completado su transición de concentración en grupos específicos a generalizarse en toda la población del país. Se estima que la prevalencia de infección del VIH en la población de 15 a 49 años (o sea la proporción de personas que sufren la enfermedad con respecto al total de la población en estudio) es de 1.1%, lo que implica que el número de personas que vive con el virus sea de 46,500.
La tasa de embarazos en adolescentes en el 2007 fue de un 26% (FENUAP-2007), es decir, que el 26% de muchachas entre 15 y 19 ya son madres. Solamente en el hospital Maternidad Nuestra Señora de la Altagracia en el 2007, dieron a luz 52 niñas de 12 años y en la Maternidad San Lorenzo de los Minas 11 (once) niñas de 11 de años.
Sin duda alguna, esta situación ha sido una de las razones del incremento de abortos en el país donde se registran más de 90 mil abortos anualmente (esto es un simple indicador, ya que todos sabemos que los abortos normalmente no se registran). Estudios resientes han demostrado que el 24% de niñas en edades entre 13 y 18 años, ha abortado alguna vez.
Por otro lado, el país ha experimentado un aumento en la cantidad de divorcios que en los últimos años. Muchas de estas parejas, que deciden tener el niño/a son adolescentes que no llegan a 20 años en algunos casos no se conocen lo suficiente y deciden casarse para que “el niño/a nazca dentro del matrimonio” (en el 48% de los casos la mujer tenía entre 15 y 19 años). Según encuestas realizadas, el 28% de estos matrimonios “obligados” no duraron 8 días.
Todo esto ha iniciado en la República Dominicana un proceso de degeneración social que ha comenzado a partir de la degeneración de la familia. Los divorcios en la República Dominicana han crecido de manera exponencial. En 1950 el país sólo registró 824 divorcios, más o menos el 6% de los matrimonios de ese año. Con el tiempo las cifras han crecido de manera vertiginosa, escandalosa. En 1960 el divorcio ronda el 9%, diez años después el 22%, en 1980 arribó a un muy alto 39% y en el 2006 ascendió a 43% (42,289 matrimonios y 18,071 divorcios). En estos divorcios, el motivo principal es “incompatibilidad de caracteres” (infelicidad de los cónyuges) que representa el 52% de los casos.
Esto deja a un alto porcentaje de niños que tienen que vivir con padres separados o que viven con uno solo de ellos. Estadísticas mejor sustentadas nos dicen que el “50% de los niños dominicanos no vive con ninguno de sus padres”.
Sin duda alguna, estos divorcios, esta ausencia de los padres en la casa, la pobreza que se vive en el país, el estrés son los motivos principales de que en nuestro país se registren cifras alarmantes relacionadas al abuso infantil. Según el Listín Diario del día 2/4/09, estudios realizados revelan que entre 50% y 70% de los niños dominicanos han sido víctimas de Abuso Infantil. Los niños con historias de maltrato ya sea negligencia física o psicológica, maltrato físico y psicológico y abuso sexual están en riesgo de desarrollar problemas psiquiátricos graves.
Sabemos que a un niño que vive con sus padres y que asiste regularmente a la escuela no se le puede perder la vista ya que tiene una alta posibilidad de salir malcriado, delincuente, drogadicto, homosexual o prostituta, etc., imagínese usted el riesgo que corre un niño que nunca haya vivido con sus padres.
Se pierden todos los valores familiares como lo son la responsabilidad, la honestidad, el respeto, la disciplina, entre otros. Valores todos de suma importancia y que el país requiere desesperadamente de su gente.
Sólo tenemos que subirnos a un avión que vaya a República Dominicana desde cualquier parte del mundo y verá el nivel de degradación al que hemos llegado.
Hace unos meses me llegó por e-mail un artículo muy interesante del Psiquiatra César Mella el cual quiero citar tal y como me llegó: “Hay que llamarlos varias veces en la mañana para llevarlos a la escuela. Se levantan irritados pues se acuestan muy tarde hablando por teléfono o conectados a la Internet. No se ocupan de que su ropa esté limpia y mucho menos ponen un dedo en nada que tenga que ver con 'arreglar algo en el hogar'. Idolatran a sus amigos y viven poniéndoles 'defectos' a sus padres a los cuales acusan a diario de que 'están pasaos'. No hay quien les hable de ideologías, de moral y de buenas costumbres, pues consideran que ya lo saben todo. Hay que darles su 'semanal' o mesada de la que se quejan a diario porque 'eso no me alcanza'. Si son universitarios siempre inventan unos paseos de fin de semana que lo menos que uno sospecha es que regresarán con un embarazo o habiendo fumado un pito de marihuana. Definitivamente estamos rendidos y la tasa de retorno se aleja cada vez más, pues aún el día que consiguen un trabajo hay que seguir manteniéndoles. Me refiero a un segmento cada vez mayor de los chicos de capas medias urbanas que bien pudieran estar entre los 14 y los 24 años y que para aquellos padres que tienen de dos a cuatro hijos constituyen un verdadero dolor de cabeza. ¿En qué estamos fallando? Para los nacidos en los cuarenta y cincuenta el orgullo reiterado es que se levantaban de madrugada a ordeñar las vacas con el abuelo; que tenían que limpiar la casa; que lustraban sus zapatos; algunos fueron limpiabotas y repartidores de diarios; otros llevábamos al taller de costura la ropa que elaboraba nuestra madre o teníamos un pequeño salario en la Iglesia en donde ayudábamos a oficiar la Misa cada madrugada. Lo que le pasó a nuestra generación es que elaboramos un discurso que no dio resultado: '¡Yo no quiero que mi hijo pase los trabajos que yo pasé!'. Nunca conocieron la escasez, se criaron desperdiciando, a los 10 años ya habían ido a Disney World dos veces cuando nosotros a los 20 no sabíamos lo que era tener un pasaporte. El 'dame' y el 'cómprame' siempre fue generosamente complacido y ellos se convirtieron en habitantes de una pensión con todo incluido que luego queríamos que fuera un hogar. Al final se marchan al exterior a la conquista de una pareja y vuelven al hogar divorciados o porque la cosa 'se les aprieta' en su nueva vida.
Los que tienen hijos pequeños pónganlos los domingos a lavar los carros y a limpiar sus zapatos. Un pago simbólico por eso puede generar una relación en sus mentes entre trabajo y bienestar. Las niñas deben desde temprano aprender a lavar, planchar, cocinar para que entiendan la economía doméstica en tiempos que podrían ser más difíciles. La música metálica, los conciertos, la tele, la moda y toda la electrónica de la comunicación han creado un marco de referencia muy diferente al que nos tocó. Estamos compelidos a revisar por los resultados si fuimos muy permisivos o si sencillamente hemos trabajado tanto que el cuido de nuestros hijos queda en manos de las domésticas y en un medio ambiente cada vez más deformante. Ojalá que este mensaje llegue a los que tienen 'muchachos chiquitos' pues ya los abuelos pagaron la transición...
Otro e-mail, de esos que llegan masivos dice: “Somos de las primeras generaciones de padres decididos a no repetir con los hijos los mismos errores que pudieron haber cometido nuestros progenitores, y en el esfuerzo de abolir los “abusos del pasado”, ahora somos los más dedicados y comprensivos, pero a la vez los más débiles e inseguros que ha dado la historia. Lo grave es que estamos lidiando con unos niños más "igualados", beligerantes y poderosos que nunca existieron. Parece que en nuestro intento por ser los padres que quisimos tener, pasamos de un extremo al otro. Así que, somos los últimos hijos regañados por los padres y los primeros padres regañados por nuestros hijos. Los últimos que le tuvimos miedo a nuestros padres y los primeros que tememos a nuestros hijos. Los últimos que crecimos bajo el mando de los padres y los primeros que vivimos bajo el yugo de los hijos. Lo que es peor, los últimos que respetamos a nuestros padres, y los primeros que aceptamos que nuestros hijos no nos respeten.
En la medida que el permisivismo reemplazó al autoritarismo, los términos de las relaciones familiares han cambiado en forma radical, para bien y para mal. En efecto, antes se consideraban buenos padres a aquellos cuyos hijos se comportaban bien, obedecían sus órdenes y los trataban con el debido respeto. Y buenos hijos a los niños que eran formales y veneraban a sus padres.
Pero en la medida en que las fronteras jerárquicas entre nosotros y nuestros hijos se han ido desvaneciendo, hoy los buenos padres son aquellos que logran que sus hijos los amen, aunque poco los respeten. Y son los hijos quienes ahora esperan el respeto de sus padres, entendiendo por tal que les respeten sus ideas, sus gustos, sus apetencias, sus formas de actuar y de vivir. Y que además les patrocinen lo que necesitan para tal fin. Como quien dice, los roles se invirtieron, y ahora son los papás quienes tienen que complacer a sus hijos para ganárselos, y no a la inversa, como en el pasado. Esto explica el esfuerzo que hoy hacen tantos papás y mamás por ser los mejores amigos de sus hijos y parecerles "muy cool" a sus hijos.
Se ha dicho que los extremos se tocan, y si el autoritarismo del pasado llenó a los hijos de temor hacia sus padres, la debilidad del presente los llena de miedo y menosprecio al vernos tan débiles y perdidos como ellos. Los hijos necesitan percibir que durante la niñez estamos a la cabeza de sus vidas como líderes capaces de sujetarlos cuando no se pueden contener y de guiarlos mientras no saben para dónde van. Si bien el autoritarismo aplasta, el permisivismo ahoga. Sólo una actitud firme y respetuosa les permitirá confiar en nuestra idoneidad para gobernar sus vidas mientras sean menores, porque vamos adelante liderándolos y no atrás cargándolos y rendidos a su voluntad.
Un buen ejemplo de esto lo podemos ver en la película, “Fab Five: The Texas Cheerleader Scandal”, con Tatum O´Neal - Ashley Benson - Jenna Dewan - Dameon Clarke y dirigida por Tom McLoughlin del año 2008. En ella se muestra la historia de cinco porristas que insultaban y hacían la vida imposible a sus compañeras y a sus profesores, imponiendo su propia ley y todo tipo de excesos, bajo el beneplácito de la directora de la escuela, madre de una de las chicas.
Ahora, hablemos de esos otros 50%, imagínese usted que puede ser de ese otro 50% de niños que no viven con sus padres y que en un futuro también serán padres. ¿Qué podemos esperar de ellos como padres? peor aún, ¿Qué podremos esperar de sus hijos? . Obviamente, estos niños no van a crecer con sus padres (que en algunos casos tal vez sea lo mejor), tanto a los padres como a los hijos no le importará, pues tanto unos como otros nunca vivieron con ellos y no reconocen la necesidad y la importancia del tema. Este es un círculo vicioso que ya empieza a reflejarse en la sociedad dominicana propiciando una degeneración social nunca antes vista en el país. Hace 20 años hablar de drogas era un pecado, hoy todos saben donde están los puntos de droga y nadie hace nada; ser homosexual era algo muy oculto, pero hoy los homosexuales salen por televisión en todos los canales y son el ejemplo de nuestra juventud; cada día la delincuencia se acerca más a las puertas de nuestra casa y no es igual que antes, hoy matan para despojar de un celular que vale RD$600.00.
Según Clave Digital del 4/3/09, en una entrevista al rector de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), Franklin García Fermín, éste detalló el 6% de los alumnos de la escuela básica consume drogas y el 8% de los estudiantes de 6to a 8vo alcohol, según estudio realizado. “Aterroriza pensar lo que pasa en la secundaria y en las universidades”.
El día 23/2/09 salieron publicados en Diario Libre los resultados de una Encuesta Nacional Sobre Drogas en Estudiantes de Básica y Media 2008, fue realizada por el Instituto de Estudios de Población y Desarrollo de PROFAMILIA. Según el estudio, el consumo de Marihuana entre jóvenes aumentó de 1.58% a 1.7% en 4 años. Aumentos similares también se registraron en el consumo de cocaína, Crack, éxtasis (República Dominicana está entre los principales centros de tráfico de éxtasis a lo largo de todo el continente), Anfetaminas, Heroína y otros alucinógenos, según indicó la presidenta del Consejo Nacional de Drogas.
El primer informe emitido por el Centro de Análisis para Políticas Públicas, titulado “La realidad dominicana en el tema de las drogas” se plantea que en los últimos tres años ha habido un incremento en el número de muertos en hechos violentos vinculados al tráfico de estupefacientes. Un dato importante en la lucha contra el narcotráfico es que el número de arrestados del 2006 al 2008 mostró una tendencia progresiva, con 4,797 presos en el 2006; 7,946 en el 2007 y 10,583 en el 2008. Sobre el aumento de los flujos de alucinógenos decomisados por la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), establece que la cantidad de cocaína decomisada entre el 2007 y el 2008 se ha elevado en 86% y la de heroína 89%.
Según datos del Departamento de Estadísticas de la Procuraduría General de la República, hemos tenido un incremento de un 5% en la tasa de muertes violentas por cada 100,000 habitantes, entre enero y septiembre del 2008, con relación a igual período del 2007. Un artículo de periódico del día 24/2/09 da la idea del nivel de violencia que está afectando al país, dice: “Un obrero mató a otro de varias puñaladas porque no le compró una droga que le había encargado…”
Por otro lado, recientemente (el 27/12/08) se celebró en Santiago un “Miss Universo Gay”. En un artículo del periódico “Diario Libre” del 25/11/08 la dueña del local donde se realizó el espectáculo aclaró que no es la primera vez que se celebra este evento y dijo no entender por qué todavía hay sectores que se oponen a la existencia de los bares gay, cuando ésta es una tendencia con fuerte presencia en el país. Expresó que el bar no es un secreto para las autoridades ni para el público, agregó que respeta las leyes, por lo que-dijo-ha salido limpia cuando la fiscalía ha inspeccionado el lugar, puesto que ni acepta menores ni permite consumo o venta de drogas.
Todos estos males sociales se desarrollan mientras el pueblo sigue la vida sin preocupaciones y ya que no tiene preocupaciones tampoco exige soluciones.
El día 14/4/08 el Listín Diario publicó un artículo que tituló: “Las noches en barrios de la capital se gozan a plenitud”. En él cuenta de qué forma los colmados han dejado de ser mercado para la venta de arroz, habichuela, aceite y verduras para cocinar, ahora para vender bebidas alcohólicas.
Todas las noches y principalmente las de los viernes y sábados “Los Colmadones”, invaden las aceras y la calle colocando sus mesitas y sillas. Llenan el lugar de visitantes que van a “echarse una fría para botar el golpe”. Estos parquean sus motores ocupando todo el sitio, no respetan las aceras ni los frentes de las casas, aquellos que tienen automóviles los parquean en largas hileras, encienden sus potentes equipos de música y convierten aquello en un verdadero estallido de diferentes ritmos musicales, bachata, merengue, salsa y reggaetón entremezclándose todo en un tremendo bullicio ensordecedor. Los vecinos de esos lugares, que antes protestaban por el ruido excesivo, ahora se conforman con tener a sus chicos cerca, aunque no libres de los riesgos que a veces se corren en estas reuniones festivas callejeras, donde por cualquier “quítame esta paja”, entre tragos y en casos de gente armada, se han generado balaceras.
Algunos jugando al dominó, otros bailando con las mujeres que frecuentan el lugar y que van vestidas para “vacilar”. Muchos “sacan sus chelitos” y los invierten en la banca de apuestas que está ubicada, la mayoría de las veces, dentro del local o inmediatamente a la par.
Ciertos puntos de venta relacionada han ido colocándose en los alrededores buscando participar del negocio. La fritura, el carrito de hamburgers, vendedores ambulantes venden DVDs/CDs pirateados y accesorios para celular.
Muchas veces se suman “travestis”, que hacen “vida pública” todas las noches, “se comen sus fritos con orejitas de puerco en la fritura de la esquina” y esperan a que algún cliente, de los que siempre aparecen, “las ponga a producir placer y dinero”.
Es inminente que la República Dominicana sea un país tercermundista si cuenta con una población que vive de esta forma, cuyos niños nacen en este ambiente y que ven toda esta degeneración como algo natural.
Al estudiar las historias de éxito de muchas de las más grandes empresas del mundo podemos ver la importancia imperativa que tiene la calidad del capital humano como pilar para el logro de ese éxito. Compañías como Microsoft, Walmart, General Electric, entre otras muchas más colocan la capacitación del personal y su motivación como uno de los principales factores críticos de éxito.
De igual forma la República Dominicana debe reconocer que un prerrequisito para ser un país desarrollado es contar con un pueblo educado y orientado al trabajo.
“El fruto de la educación es la sociedad”.
· Educación.
Una investigación realizada por una institución auspiciada por la UNESCO entre el 2004 y 2008 volvió a demonstrar que la República Dominicana sigue en la cola en educación al compararla con los países de América Latina y el Caribe. El estudio fue divulgado el 20 de Junio del 2008 en 15 países de la región. Según los resultados de la investigación, la República Dominicana está en el grupo de países que se encuentra, en todas las materias evaluadas, por debajo de la media regional.
El componente principal de esa degeneración de la sociedad dominicana que tocamos en el punto anterior es la falta de educación, 50% de los niños dominicanos no asisten a la escuela. Actualmente el analfabetismo en República Dominicana supera el 16% (muy por encima de la media de América).
Los niños que sí asisten a la escuela reciben un educación limitada y que está muy por debajo en nivel a la que reciben los niños en el resto de Latinoamérica y del mundo. Según Clave Digital del 4/3/09, “El rector de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), Franklin García Fermín, calificó de alarmante que los bachilleres que ingresan a la academia tengan que recibir nivelación por dos años, antes de entrar a la carrera, situación que hace más larga su permanencia en la institución”.
En República Dominicana se invierte menos del 3% del PIB en educación (2.1%), este porcentaje representa menos de un 60% respecto a la media de los países de Latinoamérica.
Para buscar alguna solución al problema, primero debemos ocuparnos de que los niños asistan a la escuela y para ello debemos entender el por qué de la no asistencia. Las razones pueden ser múltiples, pero las primeras que me vienen a la mente son:
1) Los padres no tienen dinero:
a. Para el transporte.
b. Para los útiles.
c. Para uniformes.
2) Los padres no tienen el interés de que los niños vayan a la escuela ya que:
a. Graduarse de bachiller no garantiza conseguir empleo o un empleo que valga el sacrificio de estudiar.
b. Es más fácil conseguir dinero chiripeando que en un empleo formal.
c. Es más fácil conseguir dinero ilícitamente que en un empleo formal.
3) Los padres ponen a trabajar a los niños y esto impide que vayan a la escuela.
Sin duda alguna la cuota de responsabilidad del Estado en todas estas posibles razones es muy alta ya que éste debería garantizar que los estudiantes tengan acceso a las escuelas (que se pueda ir a pie), que hayan útiles (y/o que se evite la actualización/obsolescencia de los libros anualmente) y el hecho de que no haya uniformes no debería ser motivo de no asistir.
Debería existir una ley que obligue a los padres a llevar a los niños a la escuela. No debería ser una decisión de los padres que los niños asistan o no a la escuela, no debería ser algo opcional.
Por otro lado, hacer dinero a través de la delincuencia, la prostitución, narcotráfico u otro medio ilícito no puede ser una opción de subsistencia en el país.
Con estas mociones “hemos llevado el caballo hasta el rio”, ahora debemos hacer que “el caballo beba agua del rio”, y:
· ¿Cómo hacer que los niños se preocupen por aprender, por hacer sus tareas?
Como hemos mencionado anteriormente, una persona sin capacitación, sin el bachillerato, no tendrá ninguna posibilidad de empleo pero tampoco debería tener ninguna alternativa para chiripear y mucho menos para delinquir. El Estado debe preocuparse por eliminar proactivamente cualquier método de subsistencia informal e ilícita, debe quedar claro para la población el que los estudios son la única vía de subsistencia.
· ¿Cómo hacer que la educación que se imparta sea de calidad?
1) Los exámenes cuatrimestrales deben ser elaborados/supervisados por entidades autorizadas de forma que se garantice el nivel de exigencia de los mismos.
2) Los profesores deben cumplir y demostrar ciertas condiciones mínimas que les permitan impartir docencia y estas condiciones serán establecidas por entidades autorizadas. Deben recibir exámenes que garanticen que los profesores cumplen con estas condiciones.
3) La Secretaria de Estado de Educación seleccionará aleatoriamente estudiantes y profesores de las diferentes escuelas y les realizará exámenes para confirmar que ciertamente cumplen con los niveles mínimos exigidos.
4) El salario de los profesores será revisado y colocado en un nivel justo de forma que ser profesor de escuela sea un puesto lucrativo y apetecido.
5) Los estudiantes universitarios como prerrequisito a su graduación (tanto a nivel de grado como de postgrado) deberán cubrir cierta cantidad de horas de docencia en materias que sean afines a las carreras profesionales que hayan seleccionado.
6) Controles similares pudieran existir para las universidades.
Adicionalmente, en vista de que contar con la cantidad suficiente de profesores calificados puede ser uno de los detractores principales del proyecto y con la intención de mejorar el nivel en los salones de las clases, las sesiones pudieran grabarse. Pudiera escogerse al mejor profesor (en términos técnicos y pedagógicos) en cada una de las ramas y realizar grabaciones de cada una de las sesiones. Estas grabaciones pudieran mejorarse con la ayuda de sistemas tecnológicos para hacerlas mas digeribles a los estudiantes. Con ayudas visuales, colores, resaltando los puntos principales, etc.
Para poder usar este sistema se requeriría el uso de una computadora y un proyector de data en cada sala de clases, sin embargo, las salas de clases pudieran ser más grandes con capacidad de hasta 100 estudiantes. En estos salones existirían más o menos 4 facilitadores, que mantendrán la disciplina en el aula, garantizaran que los niños realicen sus tareas, que no se la copien. Impartirán los exámenes, los corregirán y servirán para responder preguntas e inquietudes de los estudiantes.
Los CDs de las clases se podrán copiar, de forma que los estudiantes puedan repetir las explicaciones tantas veces sea necesario hasta que las hayan aprendido adecuadamente.
Este sistema serviría para igualar el nivel en todas las escuelas y colegios del país, así niños que asisten a escuelas públicas tendrían acceso a la misma calidad de educación que aquellos que pueden pagar colegios privados, por ende unos y otros tendrán igualdad de oportunidades en el mercado laboral.
Por otro lado, el gobierno debe influir en la elección de los estudios a impartir. Actualmente, todos los niños reciben la misma educación básica. Ciencias Sociales (Historia Dominicana, de América y Universal, Ciencias Naturales (luego un poco de Biología), Matemáticas, Gramática, Español, algo de Física y química, un poco de Ingles, mucho menos de Francés, pinceladas de Música, a veces Moral y Cívica, entre otras. Luego en la universidad se imparte un ciclo básico que pretende nivelar a los estudiantes en temas y cultura general. No es hasta el segundo año de universidad cuando los estudiantes empiezan a separarse según las distintas carreras profesionales que hayan elegido, finalmente en el tercer año es donde realmente se realiza la separación. Todo esto propicia que nuestros profesionales sean más generalistas que especialistas lo que al final es un problema ya que estos saben poco de todo y mucho de nada.
Los estudiantes seleccionan a su criterio las carreras de su preferencia, ingresan en las universidades, concluyen las carreras y luego no pueden conseguir trabajo. Las carreras se estudian “por moda”, así hubo un tiempo en que todos estudiaban contabilidad, luego arquitectura, luego ingeniería civil, luego administración de empresas, luego ingeniería de sistemas y luego ingeniería industrial. Pelotones de profesionales saturan el mercado haciendo que la carrera reduzca su nivel de importancia en el mercado laboral, propiciando que profesionales ganen salarios ridículos y que otros ni siquiera puedan colocarse y conseguir empleo mientras el país carece que de profesionales en otras áreas importantes y se ve obligado a importar esa mano de obra calificada o simplemente a bajar los niveles de calidad en ese campo.
La secretaria de educación debe establecer controles. Debe establecer las cantidades de profesionales que se requiere en cada una de las carreras profesionales y técnicas. Debe hacer los esfuerzos necesarios para detectar muy temprano los niños que tienen más facilidades, habilidades y vocación en las materias relacionadas a cada una de esas carreras y debe comenzar desde la primaria o a más tardar desde la secundaria a orientar la separación de las carreras.
Así por ejemplo, estudiantes que tempranamente muestren habilidad en las matemáticas deben empezar a recibir mayor énfasis en temas relacionados a las ingenierías. Obviamente, todas estas separaciones y reorientaciones se realizaran tomando en cuenta la cantidad máxima posible de profesionales en cada una de las carreras y a partir de una planificaciones estratégica-país que defina cuales serán las áreas de fortalecer-incentivar y cuales a debilitar-desincentivar.
Obviamente nada de esto se puede hacer contando con el presupuesto existente actualmente y con las proporciones del presupuesto nacional que anualmente se asigna a la educación (16%). Es necesario que se incremente sustancialmente el presupuesto para educación, que se coloquen controles adecuados que garanticen que los dineros asignados se inviertan correctamente y que se evite cualquier tipo de mala utilización (gasto o inversión), burocracia o corrupción.
La posición de secretario de educación pasará a ser una de las más importantes en el gobierno manejando unos dineros que pudieran oscilar entre el 7 y 9% del PIB nacional anual. La persona que ocupe este puesto no debe ser ya más un profesor de carrera con 30 años de experiencia enseñando en la República Dominicana; debe ser un administrador con experiencia en manejo de presupuestos y proyectos de inversión, etc.
Conociendo todos los problemas y todas las oportunidades que tenemos en el área de Educación, conociendo todas las implicaciones que tiene esta situación en temas sociales, en la economía y en la competitividad del país, sabiendo el pueblo dominicano sobre los niveles de corrupción que existen en el estado y sobre la cantidad de inversiones no prioritarias que realiza el gobierno, es bochornoso que nuestro secretario de educación, el señor Melanio Paredes, el día 30 de Octubre del año 2008, sea quien emitiera declaraciones diciendo que es imposible cumplir con la ley de educación que exige una asignación mínima del 4% del PIB (16% del presupuesto nacional) y planteara un plan que propone la asignación de un 2.46% del PIB en 2009; en 2010 de 2.85%; 2011 de 3.22% y al 2012 de 3.60% y donde sólo a partir del año 2014 la asignación estatal de Educación superaría el 4% colocándose cerca de la inversión actual de los países de la región. Sería de 4.06% en 2014; 4.31% en 2015; 4.61% en 2016; 4.95% en 2017 y 5.28% en 2018. Aunque la mayoría de sectores se expresaron en contra de la propuesta, el proyecto educativo de diez años fue aprobado contemplando esas violaciones a la ley y de hecho, el presupuesto anual se fue reduciendo en cada revisión de la normativa.
Por otro lado, es necesario el fortalecimiento en la capacitación en áreas técnicas. Esta es una de las principales debilidades del sector industrial dominicano. No hay técnicos, no hay mecánicos, eléctricos, electrónicos, etc. y las empresas se ven obligadas a contratar personal no calificado para que opere y/o le realice mantenimiento a sus maquinarias. Debido a la poca capacitación de este personal, en poco tiempo las máquinas se deterioran, empiezan los problemas de calidad, de servicios, de costos y se pierden los clientes.
La solución a este problema podría verse un poco complicada ya que surge la pregunta: ¿Quién quiere ser técnico viendo los salarios que las empresas pagan para este nivel? La respuesta es, ¡nadie! Pero por otro lado las empresas dicen: “Los técnicos que aparecen en el mercado son poco calificados, pagar más de lo que exige el mercado sería botar el dinero”.
La situación se agrava ya que los pocos técnicos buenos que existen, salidos de alguna institución reconocida, como puede ser El Loyola de San Cristóbal o los Salesianos, una vez empiezan a trabajar en sus áreas, al ver que los salarios son tan deprimidos, comienzan a estudiar ingeniería en busca de superación económica.
Sin embargo, esta situación hace que las empresas pierdan dinero, en desperdicio, en tiempos muertos de máquina, en retraso en las entregas a clientes y finalmente, en la pérdida de clientes. En este sentido, es obvio que las empresas estarían dispuestas a pagar mejores salarios si se les demostrara que el nivel de los técnicos que está contratando le garantiza la reducción de costos, el mejoramiento de la calidad y de los servicios. También muchas más personas se motivarían a estudiar carreras técnicas si supieran que los niveles salariales les permiten vivir en una mejor condición.
Es necesario el involucramiento del gobierno para poder llegar a este punto de equilibrio. Se debe desarrollar y equipar adecuadamente los centros de capacitación para que seleccionen a sus estudiantes desde las escuelas (bachilleratos) a partir de sus áreas fuertes y de su vocación.
Estos muchachos recibirán capacitación en la mañana y trabajarían por las tardes en “La empresa que lo apadrina”4, de esta forma la curva de aprendizaje será más corta ya que pueden poner en práctica de forma inmediata las teorías aprendidas en el centro de capacitación. Otra ventaja es que una vez concluida la carrera no será necesaria la inducción y capacitación del empleado en la empresa ya que estará laborando en ella desde el momento mismo en que inicio la capacitación.
Finalmente el tema de las universidades. Muchas veces hemos entrevistado candidatos para ocupar puestos de mandos medios en las empresas que hemos laborado. Frecuentemente nos encontramos con ingenieros graduados que no tienen conocimiento alguno de matemáticas básicas, de física, ni de mecánica, o eléctrica. Tanto es que, aunque pueda sonar un poco injusto, las hojas de vida de candidatos egresados de ciertas universidades son inmediatamente descalificadas para el puesto.
Anualmente egresan de todas las universidades del país miles de “profesionales” mediocres que saturan el mercado, que al fin y al cabo las empresas no pueden absorber, que se quedan con el título, sin empleo y que no ayudan al país a ser más competitivo o productivo.
Cuenta José León Estévez, en su libro “Yo, Ramfis Trujillo” una anécdota sobre una persona que solicitó empleo en una de las empresas estatales durante la tiranía de Trujillo en la cual hace referencia al nivel exigencia que existía en la “Era” y a la necesidad imperiosa de que las personas fueran productivas. Dice el posible empleador: “Secretario, ahí hay un tipo buscando trabajo, póngalo a trabajar o mándelo a fusilar”.
Hoy las universidades se preocupan más por llenarle la cabeza a los estudiantes de teorías en lugar de hacerlos buenos gerentes, un desbalance abismal entre el “¿qué? y el ¿cómo? Profesionales que no entienden sobre liderazgo, sobre negocios, sobre trabajo en equipo, sobre eficiencia.
Por esta razón, también es necesario que se hagan auditorias a las universidades, que se impartan exámenes aleatorios a estudiantes y profesores y que el estado pueda quitar la posibilidad de otorgar títulos a universidades que no cumplan con niveles mínimos de calidad.
En el ámbito empresarial ocurre lo mismo, la competencia entre empresas locales no exigía a estas la capacitación continua de sus empleados. Hoy, ante los tratados de libre comercio que se han firmado en el país, la competencia incluye empresas de primera categoría que tienen en sus nóminas a empleados de primera categoría. Ya no basta con tener como gerente de planta a un ingeniero, de una buena universidad, que se graduó con buenas calificaciones en 1990. Diariamente nacen nuevos sistemas, métodos y herramientas de gestión que podrían ayudar a las empresas a ser más competitivas y que es necesario que nuestros empleados conozcan e implementen proactivamente. Los títulos universitarios deberían “tener fecha de vencimiento”.
Se requieren líderes que motiven, que analicen los números, que tomen decisiones, que conozcan de mercado, que entiendan de servicio, de calidad, de eficiencia, de mejoramiento, que promuevan y preparen a la empresa para el cambio, negociadores, personas proactivas, creativas, responsables y trabajadoras. Personas confiables en las que se pueda delegar responsabilidad y autoridad.
Según Jack Welch (Ex CEO de General Electric y considerado el “Gerente del Siglo XX”) en su libro “Hablando claro”, uno de los pilares principales para el correcto desempeño de las empresas es contar con un personal altamente capacitado. Una de sus primeras acciones como CEO de GE (dos semanas luego de tomar la posición) fue la recuperación de un antiguo centro de estudios que tenia la empresa y que había abandonado (Crotonville). Con una inversión de más de 46 millones de dólares rehabilitó Crotonville: el profesorado, los estudiantes, el contenido de los cursos y las infraestructuras. Dedicó el centro a la formación de ejecutivos para la empresa, sólo para empleados de alto potencial, sólo para los mejores, no los cursillos de formación para un puesto específico. Decía: “Creamos grandes personas, que a su vez generan grandes productos y servicios”.
Los altos ejecutivos de la empresa dedicaban gran parte de su tiempo a la capacitación de estos empleados de “alto potencial” en Crotonville”, incluso, el mismo Welch invertía un alto porcentaje de su tiempo en ello.
Sacaba a la empresa de la mediocridad a través del uso de un sistema de discriminación de empleados conocido como el 20-70-10. Para ello utilizan el método P+4E´s (Pasión, Nivel de Energía alto, capacidad de Energizar a otros, empuje y capacidad de Ejecución), La diferenciación se realiza de la siguiente forma: Empleados tipo A: Personas llenas de pasión que aceptan el compromiso de hacer las cosas, abiertas a ideas de cualquier tipo y que cuentan con toda una carrera por delante. Tienen el potencial de salir adelante por ellas mismas y contagian su virtud a otros. Consiguen que la empresa sea productiva y amena al mismo tiempo (representan el 20% del HeadCount).
Los Empleados tipo B: Son aquellos que tienen esas 4E´s pero carecen de la Pasión necesaria. Estos constituyen el núcleo de la empresa y son cruciales para su éxito operativo. La empresa invierte grandes sumas de dinero y energía para mejorar también a estos B´s (representan el 70% del HeadCount).
Los empleados tipo C: son aquellos que no consiguen terminar el trabajo. Tienen más tendencia a debilitar que a aportar energía y retrasan las tareas en lugar de propiciar resultados. No se puede perder energía en ellos (representan el 10% del HeadCount).
Este sistema de discriminación está totalmente atado a las remuneraciones, salarios, bonificaciones y premiaciones de los empleados y ha sido exitoso ya que GE sólo pierde anualmente el 1% de sus empleados tipo A (perder un empleado A es un hecho terrible). Sin embargo, es necesario eliminar de la empresa ese 10% de empleados tipo C, sin importar que esos empleados sean “buenos”; si pertenecen al 10% del ranking deben salir. Es posible que sean buenos empleados en otra empresa pero en GE no lo son.
Este nivel de exigencia hace que se cree un equipo de primera calidad que se renueva año tras año. La diferenciación hace que el listón se eleve y aumente el calibre general de la organización ya que los empleados constantemente deben demostrar que se merecen el puesto.

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