miércoles, 7 de octubre de 2009

V.Reingeniería.

"Jamás hubo un gran ingenio sin un poco de locura."
Seneca

Definición de reingeniería. “Es repensar los fundamentos y rediseñar radicalmente los procesos de la empresa (el país) con la intensión de conseguir mejoras dramáticas”. Este concepto fue desarrollado por Michael Hammer (fundador de la teoría de “Business Procesess”).
Al leer esta definición se nos hace pensar en que esto es lo que realmente necesita el país, pero también nos deja entender que un político nunca será el líder de una reingeniería en República Dominicana.
Imaginemos que el próximo presidente de la República empieza a tomar decisiones acertadas y a tomar acciones proactivas para la solución del país. Es muy posible que la situación empiece a mejorar, pero llegar a los estándares que necesitamos requeriría entre 50 y 100 años. Si hacemos lo mismo vamos a tener los mismos resultados, si hacemos lo mismo pero un poco mejor vamos a tener los mismos resultados, un poco mejor.
Mantenerse haciendo un esfuerzo adicional para que las cosas vayan mejorando poco a poco, por un espacio de tiempo tan largo, es humanamente insostenible. Cualquiera, aunque tenga la mejor intención desfallecería ante tanto obstáculo y tantos intereses que no lo dejan avanzar. Es imposible nadar en contra de la corriente, el mismo pueblo que no ve resultandos tangibles de corto plazo sería su verdugo.
Nuestro país necesita una reingeniería y necesita un líder que la ejecute. El pueblo dominicano debe pensar fuera del cajón, buscar alternativas innovadoras y creativas que se ajusten a sus necesidades.
Es cierto que algunas políticas, sistemas, métodos adoptados por otros países pueden ayudar con la solución dominicana, pero cada país tiene una realidad diferente, un problema diferente por lo que una receta genérica no necesariamente significa una cura.
Obviamente, República Dominicana deberá estudiar todo lo que han hecho esos países que han mejorado su economía y han podido rebajar sus niveles de pobreza en los últimos años y tomar ideas para armar su propia receta, pero debe entender que esta receta será única y exclusiva de República Dominicana, no debe ser una copia de “la historia de éxito” de otro país.
Estas ideas de gobiernos de derecha, de izquierda, del centro, socialistas, capitalistas, comunistas, democracias, liberales, moderados, neoliberales, etc. pierden sentido ya que en un determinado momento el estado puede requerir de moderación y en otro de acción, ciertas políticas pueden ser socialistas y ciertas capitalistas dependiendo de la necesidad del país.
Según los estudios de Andrés Oppenheimer en su libro “Cuentos Chinos”, China aún se considera un país comunista, sólo existe un partido político, el partido comunista, no hay libertad de prensa (todos los periódicos son oficiales y están manejados por el Departamento de Propaganda del Partido Comunista), la información suministrada para Chinos a través del internet está controlada por el gobierno. Páginas, informes, artículos que contengan las palabras “democracia”, “igualdad”, “Tibet” y “Taiwan” están bloqueadas, entre otros muchos puntos adicionales que la harían catalogar como un país “Comunista”.
Sin embargo, el 60% de la economía está ya en manos privadas y este porcentaje estará incrementándose exponencialmente en los próximos años. El país ha podido rebajar la cantidad de gente que vive con menos de 1 dólar/día desde 61% a 17% en sólo 20 años. Desde 1979 el PIB de China ha crecido a un ritmo de 9% anual, ha podido sacar de la pobreza a más de 250 millones de habitantes.
Se proyecta que en 20 años china tendrá a 520 millones de habitantes en la clase media y que su economía será la más grande del mundo con un PIB de 4 trillones de dólares. Sin embargo, el 60% de la población seguirá siendo pobre, por tanto, aun teniendo la economía más grande será un país pobre. ¿Cómo explicamos todo esto?
Es de verse, que China no ha seguido ningún sistema político, no es comunista pero tampoco tiene una democracia capitalista; china ha desarrollo un sistema propio y hoy está disfrutando de los resultados de su ingenio. Ha permitido la inversión capitalista pero ha mantenido control sobre la población. China hizo reingeniería y ahora toma sus decisiones en base lo que llaman “los tres criterios” que son: 1) “¿La medida conduce a mejorar la competitividad?”, 2) “¿La medida ayuda a mejorar la vida de la gente?” y, 3) “¿La medida ayuda a mejorar la fortaleza del país?”. Según la nueva política, todo lo que cumpla con esos requisitos es aprobado.
Con todo esto queda claro, que lo que ha dado resultado en el pasado no necesariamente dará resultado en el futuro. Intentar hacer que todas estas filosofías obsoletas funcionen y den frutos sería “querer forzar el mingo”, sería perder tiempo y dinero (que no tenemos).
Debemos “desaprender” sobre todos estos sistemas y métodos que probadamente han sido exitosos en el pasado pero que ya hoy representan la causa de principal de nuestros problemas para luego aprender las nuevas técnicas que garanticen el inicio de un crecimiento económico del país sostenido en el tiempo.
Hoy, en un mundo totalmente globalizado donde se intensifica la competencia entre económicas fruto de todos los tratados de libre comercio que se han firmado y donde “el cambio es la única constante” es obvio que no podemos seguir obligando al derechismo, conservadurismo y neoliberalismo de Leonel a que funcione, es el momento de pasar a la acción. Situaciones extraordinarias demandan acciones extraordinarias. A veces es mejor “pedir perdón que pedir permiso”.
Ya no es posible seguir viviendo en aquel tiempo en el que John F. Kennedy dijo aquella famosa frase: “No preguntes qué puede hacer tu país por ti, sino qué puedes hacer tú por tú país”. Este enunciado libera mucho de responsabilidad a los políticos, a los que hemos puesto ahí para que hagan algo. ¡Es el momento de pensar que podemos hacer por nuestro país y hacerlo, pero también de pensar que puede hacer el país por nosotros y exigirlo!
A raíz de la crisis económica que cruza estados unidos y el mundo, desde el mismo primer día como partido político de gobierno, el partido Demócrata, liderado por Barack Obama se ha visto obligado que radicalizar su ideología socialista y se ha movido mucho más hacia el totalitarismo. En su discurso del Martes 24 de febrero de 2009 en la sesión conjunta del Congreso estadounidense, al presentar su plan para estabilizar la economía, Barack Obama en uno de sus párrafos decía: “…este plan requerirá recursos significativos del gobierno federal, y sí, probablemente más de lo que ya hemos destinado para esto. Pero aunque el costo va a ser alto, les puedo asegurar que el costo de la inacción sería mucho mayor, porque podría tener como consecuencia una economía débil no sólo por meses o años, sino tal vez por una década. Eso sería peor que nuestro déficit, peor para las empresas, peor para el pueblo y peor para la siguiente generación. Y me resisto a permitir que eso pase”.
Fruto de las acciones acertadas de Obama, la economía estadounidense empezó a presentar ciertas mejorías para finales de Marzo y principios de Abril del 2009, ya en septiembre del 2009 era prácticamente un hecho la estabilización de la economía y el inicio de una recuperación.
Ha quedado demostrado que el Liberalismo Neoclásico (Neoliberalismo) no responde a las necesidades del momento, que no tiene herramientas que enfrentar las crisis las cuales requieren de una intervención proactiva por parte del estado.
Walter Graziano, en su libro “Hitler ganó la guerra”, comenta que durante los años 50´s, dos economistas, Lipsey y Lancaster, descubrieron lo que llamaron “La teoría del segundo mejor”, demostraron matemáticamente que un país funciona mejor con una mayor cantidad de restricciones, regulaciones e interferencias estatales, que sin ellas. O sea que bien podría ser necesaria una muy intensa actividad estatal en la economía para que todo funcione mejor.
Lo que se pensaba hasta ese momento era que lo mejor y más sano era la menor cantidad de restricciones posibles y la plena libertad económica. Esta idea está basada en las teorías de Adam Smith (padre de la economía) que fueron presentadas en su libro “La riqueza de las naciones” de 1776. En él, Smith comenta que “el máximo nivel de bienestar social se genera cuando cada individuo, en forma egoísta, persigue su bienestar individual, y nada más que ello”. Que cada quien haga lo suyo.
Al mismo tiempo que Lipsey y Lancaster desarrollaban su “teoría del segundo mejor”, el matemático y catedrático de la universidad de Princeton, John Nash profundizaba información en la “Teoría de los juegos” descubierta por Von Neumann y Morgesten durante los años 30´s. Nash descubre que “una sociedad maximiza su nivel de bienestar cuando cada uno de sus individuos acciona a favor de su propio bienestar, pero sin perder de vista también el de los demás integrantes de grupo”. Demuestra como un comportamiento puramente individualista puede producir en una sociedad una especie de “Ley de la selva” (“sálvese quien pueda”) en la que todos los miembros terminan obteniendo menor bienestar del que podrían.
Aun cuando las teorías de Nash, Lipsey y Lancaster, fueron demostradas matemáticamente y destruyen absolutamente las teorías de Smith (y con sigo más de 150 años de teoría económica), sus movimientos no trascendieron, su divulgación fue apagada.
Según Graziano, sectores de alto poder en los estados unidos impidieron que las teorías económicas intervencionistas y reguladoras del estado desarrolladas por Nash, Lipsey y Lancaster tuvieran repercusión alguna. Empresarios, magnates del sector petrolero no tenían ningún interés en que los estados regularan sus negocios, sabiendo que el petróleo es un bien escaso, no renovable y que en un ambiente intervencionista, sin duda alguna la industria del petróleo sería una de las más “perjudicadas”. En su libro, deja entender como los “petrodólares” financiaron y promovieron movimientos económicos como los de Milton Friedman y su escuela Monetarista que reza: “La actividad del estado en la economía debe reducirse a una sola premisa básica, emitir dinero al mismo ritmo en que la economía está creciendo”. Más radical aun, Robert Lucas desarrolla su teoría en la que llega a la conclusión de que: “Cualquier país, en cualquier momento del tiempo, ni siquiera debe emitir dinero al ritmo que crece”.
En República Dominicana, se requiere la creación de un gobierno orientado al cambio, funcionarios modernos y actualizados que conozcan y apliquen técnicas de vanguardia como lo es Seis Sigma o Lean Management, sistemas que combinan el cambio radical (reingeniería de procesos) con el cambio continuo (Kaizen) y que crean una cultura de mejoramiento de frente a un ambiente cambiante y competitivo.
Los conceptos de Lean Management, Seis Sigma y reingeniería van orientados a repensar todos los procesos y orientarlos a nuestros clientes (el pueblo), ayudan a establecer objetivos claros y estrategias para alcanzarlos, ayudan a priorizar, planificar, organizar, coordinar, ejecutar y dirigir las acciones necesarias para lograr los objetivos en el tiempo establecido.
El replanteamiento de nuevos procesos que contemplen exclusivamente actividades de valor agregado, que eliminen la burocracia, la asignación del personal estrictamente necesario y la capacitación de los mismos, la conformación de equipos dedicados a la administración y ejecución de procesos específicos, el uso y explotación de herramientas tecnológicas y del internet, propician el mejoramiento en el flujo de información, la eficiencia, la reducción de costos, el mejoramiento en los tiempos, el mejoramiento en la calidad de los servicios, la satisfacción de los clientes (del pueblo) y esto a su vez reducirá el desempleo, la indigencia, la delincuencia.
Los principios de reingeniería tienden a atemorizar a los altos mandos pues piensan que se puede propiciar el caos y se puede perder de control de las cosas. El temor es algo natural que, en los casos positivos, es la dificultad de romper una inercia, es incertidumbre, es romper paradigmas, es preguntarnos ¿por qué vamos a cambiar el método que tenemos si con él nos ha ido bien y lo conocemos bien?, pero en los casos negativos, es dejadez y negligencia, es querer mantener un estatus de confort, caos y corrupción (que nuestros dirigentes y funcionarios no quieren perder). Bien lo dice un conocido refrán:”En rio revuelto, ganancia de pescadores”.
Las técnicas de reingeniería han dado resultados asombrosos en empresas en los Estados Unidos y en el mundo. Ya existen en República Dominicana algunas empresas que laboran totalmente en un esquema como el propuesto e igualmente, los frutos han sido impactantes y en tiempo record.
Si esto es en empresas del sector privado, imagínense las oportunidades que deben existir en el sector público, donde no hay dolientes directos y donde los funcionarios están más preocupados por su salario y por su doble sueldo (como es el caso del grupo de la cámara de cuentas) que por el mejoramiento y la eficientización de los trabajos bajo su responsabilidad o por el crecimiento de la economía y nivel social del país.

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