miércoles, 7 de octubre de 2009

XIV El empleo.

"El trabajo aleja de nosotros tres grandes males: el aburrimiento, el vicio y la necesidad."
Voltaire

La situación dominicana actual no oferta empleos para personas capacitadas y mucho menos para personas no capacitadas. En República Dominicana, una persona sin educación básica no tiene acceso a empleo (tenemos un 16% de desempleo) y si es afortunado y consigue uno, no puede aspirar a un salario suficiente para mantener una familia.
Según una encuesta realizada en marzo 2009 por el Grupo Consulting, a iniciativa de Diario Libre: “Los hogares dominicanos de los niveles socioeconómicos "D" y "E", tienen ingresos mensuales promedio ponderados de RD$11,202.85, mientras tienen gastos promedio mensuales ponderados de RD$13,193.33, lo que indica un déficit mensual de unos RD$2,000 al mes. Ese déficit es suplido a través de los mecanismos informales de financiamiento de los hogares, es decir, el fiado en los colmados y farmacias, las tarjetas de crédito y en las diferentes unidades económicas en que interactúan. Como es de entenderse, esta situación es insostenible.
Un 43 por ciento de los hogares ingresa RD$7,000 o menos; el 34 por ciento de RD$7001 a RD$12,000; el 21 por ciento de RD$12,001 a RD$30,000 y sólo un 2 por ciento está sobre RD$30,000 al mes de ingreso.
El salario mínimo, de RD$7,600.00 mensuales (USD$215.00/mes) o RD$243.00/día es menos de lo que cuesta un combo de Hamburger en McDonalds. De de estos RD$243.00 deben comer 4-5 personas, pagar casa, energía eléctrica (ya saben porque no pagan y se la roban), transporte para ir al trabajo (algunos pagan hasta RD$100.00 para llegar a sus lugares de trabajo), ropa, etc. etc...
La canasta familiar está valorada en RD$18,000.00 mensuales (Marzo 2009) lo que presenta una déficit de más de RD$11,000.00 comparado con el salario mínimo.
Obviamente es imposible para esta persona soportar la situación, llegar a la casa y ver a hijo llorando de hambre y no tener que darle de comer. Renuncia al trabajo e inicia a buscar como generar más dinero. ¿Y cómo lo hace? Vendiendo drogas, asaltando, prostituyéndose, o prostituyendo a sus hijos, poniendo a sus niños (que precariamente pueden caminar) debajo de un semáforo a pedir limosnas.
No quiero justificar nada, y sé que se ve de todo, pero luego uno mismo dice que al dominicano no le gusta trabajar y que prefiere delinquir o pedir en la calle, Pero, ¿Qué opción se le está dando? Según Eliot George: (Novelista Británico): “Nada puede ser más sensato que un estomago vacío”.
Victor Hugo, en su libro “Los Miserables” describe a Jean Valjean: “Miembro de una humilde familia Brie, no había aprendido a leer siendo niño y, ya hombre, había tomado el oficio de su padre, podador de Faverolles. Era joven aún cuando perdió a su padre y a su madre, y se encontró sin más familia que una hermana mayor, viuda y con siete hijos.
Aquella familia era un triste grupo que la miseria se encargó de oprimir poco a poco. Un invierno muy crudo, Jean no tenía trabajo y la familia no tenía con qué alimentarse. Siete niños y ¡ni un bocado de pan!.
Un domingo por la noche, el panadero de la plaza de la iglesia, llamado Isabeau, se disponía a acostarse cuando oyó un golpe violento en la puerta y en la vidriera de su tienda. Llegó a tiempo para ver que un brazo pasaba a través del agujero hecho por el puñetazo. El brazo tomó una hogaza de pan y se retiró. Isabeau salió corriendo y logró detenerlo. El ladrón había tirado el pan pero tenía aún el brazo ensangrentado. Era Jean Valjean.
El hecho tuvo lugar en 1795, y Valjean fue declarado culpable. En la cárcel de Tolón se le dio una chaqueta roja y se le arrancó todo lo que había sido de su vida, hasta su nombre. Ya no fue más Jean Valjean, sino el número 24601.¿Qué fue de su hermana?¿Qué fue de los siete niños?¿A quién le importa esa historia?
Jean era ignorante, pero no imbécil. Encerrado en su conciencia, reflexionó y pudo reconocer que no había sido castigado injustamente. Entonces se preguntó si era el único que había obrado mal en esa fatal historia. ¿Acaso no era grave que él, siendo trabajador, que siendo laborioso, no tuviese pan? Juzgó a la sociedad que lo había condenado, y la condenó a su vez. La hizo responsable de su suerte y la condenó a toda fuerza de su odio”.
Por otro lado, la situación de desempleo en lugar de mejorar, se agrava. Según Clave digital del 8/2/09 el director General de Trabajo, declaraciones de Andrés Valentín Herrera: “Los desahucios y otros despidos registrados sumaron 120,571 en el período enero-septiembre de 2008 (13mil/mes). Mientras que en 2007 las destituciones por desahucios y otros despidos registrados por la SET fueron 143,476 (11,965/mes)”. Para el 2009 se proyecta una reducción de empleos aun mayor fruto de la crisis internacional provocada por la quiebra de los bancos en Estados Unidos. Corning Cables notificó sobre el cierre de operaciones en el país y sobre la salida de sus 1,500 empleados, otros 1,500 de la empresa PTK, 900 de la FalconBridge, 550 de la New Prime, etc.
Mientras el dominicano “se la busca en las calles” las plazas de empleo las toman los Haitianos, que “no tienen donde caerse muerto” y que con RD$7,300.00 viven y le sobra para ahorrar, ya que están acostumbrados a pasar días completos sin comer y verse con RD$100.00 diarios les representa una fortuna.
Para que tengamos una idea del nivel de miseria que se vive en Haití y hasta qué punto esta gente está dispuesta a no dejarse morir de hambre, un artículo del periódico Hoy del día 4 de Octubre del 2008 dice: “Familias haitianas hambrientas comen galletas de tierra en su país. Estas galletas que se hacen con tierra arcillosa, sal y aceite vegetal o grasa de cerdo para darle sabor”. “Cuando hay hambre, con cualquier cosa se llena la barriga”, decimos en muchos campos del país, pero que se sepa, a ningún dominicano se le ha ocurrido preparar algún producto de tierra para comer.”
El Listín Diario, publicó en su edición del 14/1/08, una entrevista que le hizo a un inmigrante haitiano quien decía: “Nos vemos obligados a venir y regresar aquí aunque no devuelvan, aunque no nos guste, porque somos pobres, cuando cruzamos la frontera, estamos un poco mejor. Podemos comprar zapatos y tal vez una gallina”.
Estamos incentivando la inmigración Haitiana, quienes están trayendo su cultura depredadora y quienes se están mezclando con los dominicanos haciendo que esa degradación social sea más compleja y más rápida.
Según El Informe Nacional de Desarrollo Humano República Dominicana 2005, elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), afirma que la baja calificación y productividad de la inmigración haitiana que labora en el país por sumas irrisorias, actúa como ancla del salario general de la economía, y es un desestimulo a la incorporación de progreso técnico y de tecnologías más eficientes.
#NO ESTA BIEN AMARRADO# El punto anterior, en el caso de que la persona esté dispuesta a quedarse en el empleo, el empleador, que no puede pagar un salario mayor pues esto encarecería el costo del producto y luego el producto importado, que tiene mejores atributos y que está al mismo precio de venta al consumidor, lo sacaría del mercado, tiene que “hacer de tripas corazones” con estos empleados que no entienden de temas de calidad, productividad, Lean Management, servicio al cliente, CRM Customer Relationships Management), etc.
Los esfuerzos son en vano, “no se puede pedir peras al olmo”. Esta gente, una vez ya están en una edad adulta no son desarrollables no les interesa capacitarse (“Loro viejo no aprende a hablar”) y, los errores en calidad, los errores en la operación de equipos y en el servicio promueven que se incrementen los costos y la insatisfacción de los clientes.
Para el empresario no hay forma de escapar, debe cerrar y cada vez que cierra una industria local o quiebra un agricultor, se incrementa el desempleo, nuestra economía deja de producir bienes, se convierte en una economía de servicios cada vez más dependiente de factores externos.
Esta misma situación es aplicable a las zonas francas, que se están yendo a países donde puedan conseguir mano de obra más barata (cuando digo barata no me refiero sólo a los salarios, sino también a temas relacionados con calidad, costos de producción y servicio, me refiero a competitividad).
También el sector hotelero (turismo) se ve en riesgo. Los turistas prefieren ir a sitios donde las personas están capacitadas, donde el servicio sea bueno y de acuerdo al precio que pagan. República Dominicana ya no es tan barata como antes. Países como Costa Rica, Nicaragua, Panamá, están ofertando a los turistas paquetes de igual o mejor calidad, al mismo o mejor precio, pero con un nivel de servicio superior. Según declaraciones de la Señora Haydee Kuret de Rainieri, presidenta de la Asociación Nacional de Hoteles y Restaurantes (Asonahores) que fueron publicadas en el Listín Diario del día 26/3/09, el 84.2% de los turistas que visitan el país jamás regresan.
Esto, combinado con una devaluación del euro frente al dólar norteamericano, que hace más caro el destino dominicano para los turistas europeos, los cuales constituyen la mayoría de nuestros visitantes, sumado a los problemas de contaminación ambiental, delincuencia y entorno hostil, deterioro de la infraestructura turística y de las zonas que mayores visitantes reciben, hacen que el panorama económico nacional no luzca muy halagador.

No hay comentarios:

Publicar un comentario