miércoles, 7 de octubre de 2009

VIII.Falta de priorización.

“Lo que importa más nunca debe estar a merced de lo que importa menos”.
Goethe (Novelista y dramaturgo Alemán)

El discurso de toma de posesión de Leonel Fernández el 16 de agosto del 2008 deja entrever la falta de priorización que tienen nuestros dirigentes.
Luego de hablar sobre todas las precariedades por la que pasa el país, habló sobre la construcción de gigantescos proyectos de infraestructura, túneles, puentes, ampliaciones de las vías del metros y de trenes de carga y para personas hasta Santiago, carreteras, edificios, etc., etc., etc.. Entonces, si realmente estamos pasando por las precariedades presentadas en la primera parte del discurso, ¿Por qué no se orientan los fondos a la solución de las mismas? ¿O es que nuestros presidentes piensan que la solución a nuestros problemas está en la construcción de más “mega-proyectos”?
Todas estas promesas dejan una sensación de confusión en el pueblo que durante 35 minutos se entristeció oyendo sobre la situación difícil del país, pero que luego sintió orgullo de ser dominicano al oír que vamos a tener un túnel que va a cruzar por debajo del Rio Ozama.
Y si, es cierto que nos ponemos orgullosos al ver la línea del metro, los elevados y las carreteras que hasta hoy tenemos disponibles en el país pero estas inversiones no eliminan las causas raíces de los principales problemas que aquejan el país, no reducen la pobreza ni la indigencia, todo esto con el agravante de que los fondos que financian estas obras provienen de una deuda que no estamos pagando, que aumenta a una velocidad vertiginosa y que cada día atenta contra la soberanía del país. Estemos seguros de que Chávez va a pasar factura por este “favor”. ¡Nada es gratis!
En un país donde el 42% de los ciudadanos viven por debajo de la línea de pobreza y el 22% ni siquiera tiene acceso a servicios sanitarios, donde tenemos un 16% de analfabetismo, un 16% de desempleo y la delincuencia está por encima del 25% (muertes violentas) parecería contraproducente hablar de túneles, elevados y nuevas líneas del Metro.
En 1943, Abraham Maslow (psicólogo humanista estadounidense) desarrolló una teoría de “Motivación Humana”. En su teoría presenta una jerarquía de necesidades humanas y explica que conforme se satisfacen las necesidades más básicas, los seres humanos desarrollan necesidades y deseos más elevados.
La jerarquía de necesidades de Maslow se describe a menudo como una pirámide que consta de cinco niveles: los cuatro primeros niveles pueden ser agrupados como “necesidades de déficit” (deficit needs o D-needs); al nivel superior lo denominó “auto-actualización”, “motivación de crecimiento”, o”necesidad de ser” (being needs o B-needs). La diferencia estriba en que mientras las necesidades de déficit pueden ser satisfechas, la necesidad de ser es una fuerza impelente continua. Maslow, en los peldaños inferiores coloca las necesidades fisiológicas (Alimentación, descanso, etc), luego coloca las necesidades de Seguridad (Seguridad física, empleo, familia, salud, propiedad privada), posteriormente están las necesidades de afiliación (amistad, afecto), luego las de Reconocimiento (confianza, respeto, éxito) y finalmente las de autorrealización (Moralidad, creatividad, espontaneidad, falta de prejuicios, aceptación de hechos, etc). La idea básica de esta jerarquía es que las necesidades más altas ocupan nuestra atención sólo cuando se han satisfecho las necesidades inferiores de la pirámide. Las fuerzas de crecimiento dan lugar a un movimiento ascendente en la jerarquía, mientras que las fuerzas regresivas empujan las necesidades prepotentes hacia abajo en la jerarquía. Según Maslow, y según el sentido común, es ilógico hablar de soluciones al transporte cuando tenemos una población que se muere de hambre.
Definitivamente me doy cuenta que Leonel tiene un problema de priorización. Cuando hace ruedas de prensa o es cuestionado sobre los problemas del país, no importa cuál sea, de qué importancia o magnitud sea, que tan urgente sea, siempre tiene una respuesta elaborada, innovadora, convincente y viable para la solución de cada uno de ellos. La forma que responde, da la confianza y la tranquilidad de que es posible implementar la idea y siempre explica que ya existe una secretaría, una comisión o un equipo trabajando en esas áreas. Pero como todos sabemos “el que mucho abarca poco aprieta”.
El día 29/3/09 salió publicado en el periódico Hoy un artículo escrito por Fidelio Despradel, el cual tituló “Protestas y Opción Política, Diez años gobernando nos muestran las prioridades de Leonel” en cual explica magistralmente la realidad de nuestro actual gobierno y el cual quise citar tal cual: “La gente está desesperada. El país se está llenando de protestas espontáneas. Los productores agropecuarios y el grueso de los demás productores nacionales cada día más desesperados. La popularidad del Gobierno cae en picada. El doctor Fernández y el PLD llevan diez años gobernando. Y el país se encuentra en el puesto 134 de 134 países monitoreados por el “Global Competitiveness Index (2008-2009)” del “World Economic Forum” en lo que se refiere a la calidad del servicio eléctrico; en el penúltimo (de 134 países) en la calidad de la educación primaria, y muy abajo también en lo que a inversión en educación y salud se refiere. Ese mismo gobierno es ubicado en el puesto 132 en lo que se refiere al favoritismo en las decisiones gubernamentales. Y es sabido que en lo que se refiere a sus propias leyes (que él jura, como Presidente, cumplir y hacer cumplir) el Presidente y todo su equipo de funcionarios multimillonarios, rompen descaradamente todos los récords.
Pero el doctor Fernández, con su gran habilidad oratoria, presenta al país en los foros internacionales como uno de los que mejor funcionan del continente, utilizando la metáfora, en su último discurso ante la Mesa de Negocios del “The Economist Group”, de que “para que el país fracase, primero debe fracasar el mundo”.
Las últimas prioridades de este gobierno son y han sido Educación, Salud, Electricidad, Producción Agropecuaria y Manufacturera, generación de puestos de trabajo, respeto a las leyes e institucionalidad.
Y sus prioridades de siempre: Las grandes obras no prioritarias, el incremento de la deuda externa, la inversión extranjera, no en función de un plan de desarrollo nacional, sino del interés y horizonte del inversionista, la ampliación (con toda impunidad) del número de funcionarios multimillonarios, utilizar la miseria de las grandes mayorías para crear un monstruoso aparato clientelar, y dejar que la política económica sea dirigida exclusivamente por los intereses del gran capital bancario y de la política monetaria.
Diez años gobernando nos muestran claramente las prioridades del doctor Fernández. Ahora que el mundo está sumergiéndose en una gran depresión, de la que nadie sabe cuándo se saldrá, y que los movimientos espontáneos de protesta se multiplican, es fundamental hacer comprender a ese movimiento, que los peledeístas deben ser desplazados del poder en el 2012, que debemos frenar la intención de las otras cúpulas de encaramarse en el gobierno para hacer lo mismo, y que, por tanto, debemos construir una propuesta política alternativa, visible y creíble, con el coraje necesario y el apoyo consciente de una nueva mayoría, que la convierta en su objetivo político”.
Si queremos hacer que algo se haga, tenemos que focalizarnos y priorizar. Entender que es imposible atacar todos los problemas a la vez, entender que los recursos son limitados y que cuando abrimos tantos frentes en lugar de ayudar lo que hacemos es obstruir, “Quien quiere atrapar dos conejos al mismo tiempo no atrapa ninguno”.
La palabra focalización va de la mano de priorización. Según Vilfredo Pareto y su teoría del 80/20, de que “el 80% de la magnitud de los problemas se soluciona resolviendo el 20% de las causas que lo originan”.
Partiendo de este criterio, han surgido muchas técnicas para priorizar los problemas. Una es la BIOS (Beneficio, Inversión, puesta en Operación y Satisfacción del cliente) y la GUT (Gravedad, Urgencia, Tendencia). Si usamos cualquiera de estas técnicas, seguro que los problemas energía de y educación saldrán a la cabeza como problemas Urgentes e Importantes a resolver.
Entonces, ¿Porqué seguimos invirtiendo menos del 5% en educación?, ¿porqué no se buscan respuestas y se toman acciones definitivas para el caso de la generación y distribución de energía eléctrica?
Si viéramos a este país como una empresa, cuyos clientes son sus mismos accionistas, el pueblo, quedara claro que nuestra prioridad única es sacar el pueblo de la pobreza.
En una empresa, los clientes quieren ver que sus quejas son atendidas proactivamente, quieren ver los avances en los proyectos, quieren saber si se les está dando un servicio justo con respecto a lo que están pagando (que no le están robando), quieren información, quieren servicio de calidad, quieren problemas resueltos.
Por su parte, los accionistas quieren saber que se estén invirtiendo los fondos adecuadamente, en proyectos altamente rentables, que realmente mejore la calidad del servicio ofertado a los clientes, que se abran proyectos para reducir costos, que haya transparencia y ética, que luego de todas las inversiones que queden utilidades (que el país sea rentable).
Lograr esto podría ser bastante complejo, pero administrar un gran negocio también lo es. En Estados Unidos muchas empresas presentan ventas anuales varias veces mayores al PIB de la República Dominicana, tienen más empleados que la nómina pública del país sin embargo pueden ser altamente rentables en un ambiente de alta competencia tal y como el que se nos está presentando hoy como país.
Saltar a resolver los problemas sin un adecuado proceso de priorización y focalización es altamente riesgoso. Primero, porque dedicamos recursos (escasos) a la solución de problemas que podrían ser no críticos, no importantes y no urgentes, hacemos una mala selección de proyecto; segundo, porque tendemos a abrir muchos proyectos al mismo tiempo y esto impide que se concluyan unos u otros mientras el país exige soluciones.
Es de verse que en este país se necesitan más expertos en proyectos, se necesita “Seis Sigma” y un pelotón de Black Belts, se necesita “Lean Management”, se necesita eficiencia. Pero obviamente, nuestros líderes no saben ni entienden de esto, por esto es que necesitamos un administrador y ya no más un político.

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