miércoles, 7 de octubre de 2009

INTRODUCCION

El día 17 de Mayo del 2008, muy temprano en la mañana prendí el televisor y puse las noticias. Se confirmaba que Leonel Fernández había ganado las elecciones en la primera vuelta electoral con un 53% de los votos.
Mi esposa me preguntó: “¿Oye, no estás contento de que Leonel haya ganado?”. En ese momento me di cuenta de que el problema de la República Dominicana es algo extremadamente grave y casi sin solución.
República Dominicana se ha empobrecido grandemente durante los mandatos de Leonel. Sin embargo, lo que se dice en la calle es “¿qué tu quieres, que vuelva al PRD?”.
Por su parte, los gobiernos del PRD han sido el peor desastre que ha tenido República Dominicana.
La preocupación es que estamos poniendo como presidente de la República a la menos mala de las opciones y no a la mejor, y eso ha estado pasando desde que existe la República Dominicana; desde hace ya 164 años, obviamente esto no debe ser motivo de felicidad.
Por lo visto, no ha aparecido alguien capaz, justo, honrado y dispuesto a guiar al país. Conseguir a ese alguien, que cumpla con estas 4 características ha sido imposible para los dominicanos, y peor aún, aunque aparezca, no podrá llegar a dirigir debido a todas las trabas, burocracias, y estructura política que existe en el país. Primero, para tener visibilidad política tendrá que hacer carrera en uno de los tres principales partidos políticos e inmediatamente se inscriba en las filas de uno deberá dejar a un lado una o todas aquellas 4 características necesarias e imprescindibles.
Debe iniciar a dar favores, a velar por intereses particulares, a apoyar decisiones turbias, a callar, a hablar, a recibir favores y a pagar con favores, a apoyar al que más posibilidades tenga, no al mejor, etc., etc., etc. Deberá hacer esto por 20 años. Cuando esta persona tenga posibilidades de ocupar una posición de relevancia en el gobierno ya habrá perdido todo lo que el país necesita de él y se habrá convertido en un político más que está en el partido “buscándose lo suyo”.
El presidente que necesitamos ve esto desde fuera y no pierde un minuto en “tratar de arreglar el país”, se va al sector privado, se hace empresario y también empieza a ocuparse de lo suyo y un par de años después da las gracias a Dios de no haberse embarcado en estos temas de estado, y dice “Yo tengo lo que necesito para mí y mi familia”, Soy feliz.
Muchos de estas personas, clase media-alta y alta, tampoco representan una solución para el país, ven que el status quo los beneficia y bajo ninguna circunstancia van a propiciar o apoyar que haya un desequilibrio que pueda perjudicarlos en lo más mínimo. Pero, ¿sus hijos, sus nietos, correrán su misma suerte? ¿Y el país qué?
Esta gente me recuerda la actitud de Próximo en la conversación que tuvo con Máximo, cuando hablaban de matar a Cómodo en la película “Gladiator” de Riley Scott, de Universal Pictures, donde decían: (traducción del autor).
Máximo: Deme mi libertad, y yo le pagaré a mi regreso, le doy mi palabra.
Próximo: ¿Tu palabra? ¿Y qué si no regresas?
Máximo: ¿Sabes lo que significa confiar?
Próximo: ¿Confiar? ¿Quién soy yo para confiar?
Máximo: Yo voy a matar a Cómodo.
Próximo: ¿Para qué yo quiero eso? ¡El me hace rico! Oh yo…, yo se que usted es un hombre de palabra, general. Sé que moriría por su honor, que moriría por Roma, se que moriría por la memoria de sus ancestros pero yo, en la otra mano…, ¡yo monto entretenimientos!..
Ellos saben que las cosas están mal, pero son como aves de rapiña que aprovechan la situación del país para su beneficio particular. Y esto no está mal, vivimos en un país capitalista, no podemos crucificarlos pero tampoco podemos contar con ellos en nuestro proceso de reconstrucción del país; al contrario, debemos saber que este podría ser un sector opositor a los cambios necesarios.
Esta clase rica y poderosa, es la que financia las campañas electorales de los partidos políticos con el fin de poner como presidente a aquel “títere” que le represente la mejor garantía para sus actividades y bienes. No conformándose con esto, y con la intención de tener “amigos” en todos los movimientos, también financia a otros partidos, a otros candidatos, aun tengan ideologías diferentes, con la idea de que, gane quien gane, siempre se le deba un favor, que sin duda alguna van a exigir en algún momento o a todo lo largo de los próximos cuatro años.
Entendiendo la importancia de tener influencia en el gobierno las familias ricas se “dividen” en ideologías políticas y podemos ver como hermanos de sangre y miembros activos de las grandes corporaciones privadas son militantes unos del PRD, otros del PLD y algunos otros del PRSC. No es coincidencia que el presidente de la empresa se rote entre esos miembros y que este personaje siempre coincida con aquel miembro de la familia que es militante activo del partido político que está en el gobierno. Al final del periodo, si existe algún cambio de mandato y hay una transición entre los partidos, como si fuera por arte de magia aparece como nuevo presidente de la empresa ese otro hermano y el anterior se ve en la obligación de salir de la vista pública.
La teoría ingenua diría: “A los ricos lo que le importa es que se vendan sus productos y obviamente, un país con una clase media fuerte, podría representar la respuesta a sus intereses”. Sin embargo, la realidad ha demostrado que el rico no se conforma con ser rico, que: al rico le interesa ser rico pero también que el otro sea pobre, le interesa tener “poder” para poder seguir ejerciendo sus influencias. Según Henry Kissinger: no existe nada más afrodisíaco que el poder. Pero, yo diría que este poder y riqueza son limitados. Hay un refrán que dice: “Un tuerto en el país de los ciegos es un rey” y yo le agregaría, “pero sigue siendo un tuerto” que no ve ni entiende lo bueno que es tener sus 2 ojos, por lo tanto, viéndolo desde otro punto de vista, es también un ciego porque visualiza que: “en un país donde todos son ricos nadie es rico”, no sería mejor visualizarlo de esta forma: “en un país donde todos son ricos todos son ricos”.
Mantener esa inmensa diferenciación social y económica propicia la corrupción, propicia la existencia de personas que tienen capacidad económica para comprar lo que se les venga en gana ya sea legal o ilegal, y por otro lado, otro grupo de pobres corruptibles, sin educación y sin valores, que está dispuesto a vender cualquier cosa, sea legal o ilegal.
De vuelta a la política, no sé sabe cuál es el peor de los 3 partidos principales de la República Dominicana, pero bajarlos de ahí es casi imposible y requeriría de una revuelta tan grande que sería imposible visualizar lo que podría a pasar en el país después. A Julio César (100ac-44ac), en los inicios de la Roma imperial, le costó una guerra civil y luego la vida el poder hacer una cambio político, económico y social como el que requiere nuestro país.
A veces pienso, “tener a Leonel es mejor que tener al PRD”, Pero luego digo, Leonel va mal pero no tan mal como para que la gente se levante contra él, poco a poco la gente se va acostumbrando a la pobreza, con un súper discurso y con una fundita mantiene la esperanza de mejorar su situación económica, algo que nunca sucede. Joaquín Balaguer dijo una vez: “Las crisis pasan y si no pasan dejan de ser crisis porque la gente se acostumbra”. Decía Ramón Campoamor (Poeta español): “Las preocupaciones se pierden con el tiempo”.
No por él, sino por su forma de gobernar, Leonel es como si fuera un cáncer que nos devora a fuego lento. Este empobrecimiento gradual impide que la gente reaccione y exija mejoras. Aquí no funciona el refrán: “Es mejor un malo conocido que un bueno por conocer”.
Por otro lado, durante el gobierno de Hipólito la gobernabilidad del país estaba en claro riesgo, existía una sensación de inconformidad, intranquilidad, inseguridad y desesperación en la población que propiciaban un ambiente de revuelta y hasta de golpe de estado, pero la represión militar bloqueaba cualquier intento. Parece que los guardias no comen, o no tienen familia pasando hambre. De todas formas, y por este motivo, pienso que un Gobierno del PRD está más cerca de la solución que uno del PLD.
El mejoramiento del estado dominicano y de su pueblo requerirá de ideas innovadoras, apertura al cambio y una mano firme que lo dirija y lo convierta en una realidad.
Así como aquellos, otros sectores se opondrán a las ideas presentadas, conservadores, posiblemente la iglesia, aquellos que ponen sus intereses por encima de los del pueblo. Pero como dijo Aristóteles (en su libro La Política): “Es indudable que el estado es antes que la familia y que los individuos, porque el todo es antes que sus partes”. Ciertamente algunos sectores se verán afectados, pero el gran ganador será el estado dominicano. Y al final “El éxito justifica la acción” (Ovidio, Poeta italiano). Es de verse que llegar al poder es más de la mitad del camino, hacerlo bien no puede ser tan difícil.
Este documento no pretende de ninguna manera congraciarse con ningún sector, ya sea público o privado, con ningún partido político, industrial, comercial, agropecuario, zonas francas, turismo, ni con los ricos ni con los pobres, ni con los empresarios ni con los políticos, etc. Al contrario, al leerlo nos daremos cuenta de los sacrificios reales que todos debemos hacer con la intención de que se inicie el cambio necesario en el país y que se propicie una alternativa de desarrollo por una vía realmente sustentable.
Aunque se escribe de una forma directa y llana, la intención no es ofender a ninguno de esos sectores, sino hacer una crítica constructiva que llegue a personas capaces de aceptar errores y culpas, para luego cambiar.
Cuando lean esto dirán, “y viendo esto, ¿quién será el que va a apoyar estas iniciativas?”. Mi respuesta será, todo aquel que tenga hijos y que aun le importen.
Otra pregunta será, ¿por dónde debe comenzar?, a final de cuentas todos los dominicanos añoran vivir en un país como el que se propone al final de este documento, pero nadie quiere dar el primer paso y, yo diría que, dar el primer paso sin tener la certidumbre de que todos los otros sectores van a seguir podría ser algo temerario y sé que es algo que nadie está dispuesto a hacer y que seguramente no va a hacer, por tanto, este cambio debe iniciarse desde el único sector que puede plantearlo, coordinarlo y ejecutarlo, el gobierno.
El documento habla sobre temas económicos, políticos y sociales de actualidad. Ya comienzan a desarrollarse cambios en el mundo, desde hace tiempo se oye hablar de de métodos alternativos de generación de energía, ya se empiezan a oír fechas, se establecen objetivos, y se empieza a sentir la preocupación real en el tono de voz y en las caras de las personas. Lamentablemente, el ser humano no es tan proactivo como debiera ser, las personas no hacen cambios radicales en su forma de actuar hasta que ya el problema lo tiene encima y cuando salir el hueco ya no es cuestión de planificación sino cuestión de suerte.
República dominicana permanece atrás, se sigue hablando, pero sin fechas y sin compromisos, la gente sigue su agitado ritmo de vida y en las calles no se ven cambios importantes orientados al ahorro y a la generación de energía limpia y barata.
En un país cuya generación de energía es totalmente dependiente del petróleo y los combustibles para el transporte son 100% importados, comprados con dólares que no generamos y embarcándonos en una deuda que no sabemos cómo vamos a pagar, debería observarse una preocupación más grande que en el resto de los países y deberíamos ya estar viviendo cambios importantes, deberíamos ser los primeros.
Mundialmente empieza a sonar el tema de la escasez de alimentos. Se empezarán a usar las tierras, los recursos, las herramientas que hoy se usan para la agricultura y para la elaboración de alimentos, ahora para la elaboración de combustibles, se intentará ampliar la generación de combustibles a partir de aceites orgánicos, del maíz, de la caña, de todo lo que se pueda, esto propiciará una escasez y un encarecimiento de los artículos de primera necesidad, los países del 1er mundo no van a cambiar su forma de vivir, seguirán consumiendo a cuesta del los países del 3er mundo no productor, como es República Dominicana. Debemos prepararnos.
Obviamente esto de los precios de los alimentos puede fomentar el renacimiento de la industria agrícola en República Dominicana que desde hace años ha estado olvidada. Hay muchas ideas pero pocas iniciativas. ¿Qué estamos esperando?
El objetivo de este documento es mostrar algunos de los problemas más importantes de República Dominicana dándole la sensación de criticidad que ameritan, presentar algunas ideas que pudieran ayudar a eliminarlos o reducirlos, y tratar de proyectar las evolución de República Dominicana en unos 20 años luego de haber iniciado y ejecutado estas ideas.
Seguramente estos cambios requerirán del sacrificio de muchos dominicanos, y del resurgimiento de un patriotismo que no hemos visto desde los tiempos de Duarte, Sánchez y Mella. Por eso, he querido iniciar con un breve recuento de la historia de La República Dominicana, de forma que el lector entienda el por qué la República Dominicana ha llegado a estar como está, que entienda sobre los sacrificios que requiere el país y que vea que nuestra generación no sería la primera en sacrificarse para que otros dominicanos puedan vivir en libertad y en un país mejor.

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