Según estudios realizados por la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE), en los hogares dominicanos, luego del gasto en alimentos y bebidas no alcohólicas (que asciende a los RD$11 mil millones mensuales, 21.4% del gasto total), el gasto en el transporte es el segundo en importancia con unos RD$8.9mil millones/mes (17.3%). El gasto en transporte está por encima de lo que se gasta en Agua, electricidad, gas y otros combustibles (que sólo representan el 10% del gasto total) y muy por encima de lo que se gasta en educación (que sólo representa el 3% del total).
Haciendo algunos números, estimando que en la Republica Dominicana existen unas 2 millones de familias de 5 personas cada una, lo que es igual a unos 10 millones de habitantes y a partir ese gasto mensual en transporte podemos dividir esos RD$8.9millones entre los 2 millones de familias podemos estimar que cada familia gasta unos RD$4,450.00/mes. ¿Cómo podríamos evitar este gasto? ¿Podríamos cortarlo a la mitad?
Algunas personas en la República Dominicana para llegar a sus lugares de trabajo deben pagar más de RD$100.00/día. Si multiplicamos esta suma por 23.83 días que tiene un mes laboral podemos ver que para un empleado que gana salario mínimo (RD$7,300.00) dejar RD$2,400.00/mes en temas de transporte representa casi un 33% de sus entradas. Esto, combinado con la lejanía, el tiempo que tiene que invertir para llegar al trabajo, hace que el empleado sea propenso a llegar tarde, ausentarse y/o dejar el empleo.
El sistema de transporte es ineficiente, soportado por todo tipo de vehículos y en cualquier tipo de estado. Carros en condiciones extremas, que no ofertan seguridad de ninguna índole para las personas que muchas veces deben ir “con un pie adentro y otro afuera”. Hay un millón de carros, “voladoras”, gua-guas cuya condición mecánica es deplorable, que mezclan aceite con combustible, haciendo que el consumo del mismo sea altísimo, contaminando el ambiente y la ciudad con ese humo negro que se le mete a uno por los pulmones y que cuando uno llega al trabajo parece viene de una trinchera de la primera guerra mundial. Sería interesante averiguar como obtienen y renuevan la revista anualmente.
Choferes y carros que propician “tapones”, comenten todo tipo de imprudencias, no respetan las señales ni a los policías de tráfico (quienes no se inmutan al ver las atrocidades que hacen estos choferes). Contribuyen a que la ciudad sea intransitable y a que el gobierno dedique tiempo, esfuerzo y dinero a “solucionar” los famoso problemas del transporte.
Obligan a la realización de obras que parecerían “de alta prioridad”, la construcción de calles, carreteras, elevados, túneles, el Metro, etc..
Todas estas ineficiencias y sobrecostos se traspasan a través del “pasaje” al pueblo “de a pie” que no tiene otra alternativa más que pagar.
Una vez instaurados, el barrio residencial y el barrio industrial, el empleado va a tener la posibilidad de desplazarse a pie a su empresa, economizarse el tiempo y el dinero que gastaba en el transporte para poderlo invertir en su nueva casa, pagar el préstamo de la casa, pagar la luz, el teléfono, el agua, la basura y demás servicios (que según cálculos anteriores suman unos RD$2,000.00/mes).
Por otro lado, el empleado tendrá más tiempo para su uso personal ya que no gastará tiempo en el transporte, podrá levantarse más tarde, descansar más y llegar al trabajo más temprano, con más energías y/o podrá pasar más tiempo con su familia, y dedicar tiempo a formar a sus hijos.
Cerca del barrio residencial deben existir escuelas y guarderías de horario ampliado que permitan a las mujeres, dejar a sus hijos y poder trabajar. Centros técnicos de capacitación en temas relacionados a las industrias que estén en el parque; mecánica industrial, mecánica de mantenimiento, electricidad, electrónica, aire acondicionado, y temas que sugieran las empresas.
Tanto el barrio residencial, el barrio industrial, las escuelas, los centros de capacitación, los comedores, y otros servicios estarán a distancia que se puedan caminar a pie, o en bicicleta (si es posible se prohibirá el uso de vehículos de motor para el transporte de personas dentro del parque).
Haciendo algunos números, estimando que en la Republica Dominicana existen unas 2 millones de familias de 5 personas cada una, lo que es igual a unos 10 millones de habitantes y a partir ese gasto mensual en transporte podemos dividir esos RD$8.9millones entre los 2 millones de familias podemos estimar que cada familia gasta unos RD$4,450.00/mes. ¿Cómo podríamos evitar este gasto? ¿Podríamos cortarlo a la mitad?
Algunas personas en la República Dominicana para llegar a sus lugares de trabajo deben pagar más de RD$100.00/día. Si multiplicamos esta suma por 23.83 días que tiene un mes laboral podemos ver que para un empleado que gana salario mínimo (RD$7,300.00) dejar RD$2,400.00/mes en temas de transporte representa casi un 33% de sus entradas. Esto, combinado con la lejanía, el tiempo que tiene que invertir para llegar al trabajo, hace que el empleado sea propenso a llegar tarde, ausentarse y/o dejar el empleo.
El sistema de transporte es ineficiente, soportado por todo tipo de vehículos y en cualquier tipo de estado. Carros en condiciones extremas, que no ofertan seguridad de ninguna índole para las personas que muchas veces deben ir “con un pie adentro y otro afuera”. Hay un millón de carros, “voladoras”, gua-guas cuya condición mecánica es deplorable, que mezclan aceite con combustible, haciendo que el consumo del mismo sea altísimo, contaminando el ambiente y la ciudad con ese humo negro que se le mete a uno por los pulmones y que cuando uno llega al trabajo parece viene de una trinchera de la primera guerra mundial. Sería interesante averiguar como obtienen y renuevan la revista anualmente.
Choferes y carros que propician “tapones”, comenten todo tipo de imprudencias, no respetan las señales ni a los policías de tráfico (quienes no se inmutan al ver las atrocidades que hacen estos choferes). Contribuyen a que la ciudad sea intransitable y a que el gobierno dedique tiempo, esfuerzo y dinero a “solucionar” los famoso problemas del transporte.
Obligan a la realización de obras que parecerían “de alta prioridad”, la construcción de calles, carreteras, elevados, túneles, el Metro, etc..
Todas estas ineficiencias y sobrecostos se traspasan a través del “pasaje” al pueblo “de a pie” que no tiene otra alternativa más que pagar.
Una vez instaurados, el barrio residencial y el barrio industrial, el empleado va a tener la posibilidad de desplazarse a pie a su empresa, economizarse el tiempo y el dinero que gastaba en el transporte para poderlo invertir en su nueva casa, pagar el préstamo de la casa, pagar la luz, el teléfono, el agua, la basura y demás servicios (que según cálculos anteriores suman unos RD$2,000.00/mes).
Por otro lado, el empleado tendrá más tiempo para su uso personal ya que no gastará tiempo en el transporte, podrá levantarse más tarde, descansar más y llegar al trabajo más temprano, con más energías y/o podrá pasar más tiempo con su familia, y dedicar tiempo a formar a sus hijos.
Cerca del barrio residencial deben existir escuelas y guarderías de horario ampliado que permitan a las mujeres, dejar a sus hijos y poder trabajar. Centros técnicos de capacitación en temas relacionados a las industrias que estén en el parque; mecánica industrial, mecánica de mantenimiento, electricidad, electrónica, aire acondicionado, y temas que sugieran las empresas.
Tanto el barrio residencial, el barrio industrial, las escuelas, los centros de capacitación, los comedores, y otros servicios estarán a distancia que se puedan caminar a pie, o en bicicleta (si es posible se prohibirá el uso de vehículos de motor para el transporte de personas dentro del parque).
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