miércoles, 7 de octubre de 2009

XV. Censo Nacional.

Actualmente no sabemos la cantidad de dominicanos que hay en el país. No se sabe la cantidad de extranjeros ni cuál es su condición en el país.
Alguien pudiera decir que somos 9millones, otros 10 millones, 11 o 12 millones. Realmente no sabemos a ciencia cierta cuál es la cantidad exacta de dominicanos. Desde esta premisa no es posible hacer proyectos integrales para la solución de los problemas del país. No es posible resolver problemas si no conocemos la magnitud de los mismos. No podemos estimar la cantidad de Energía que debemos generar, la cantidad de viviendas que debemos fabricar, los acueductos, la cantidad de alimentos que debemos producir, no sabemos nada. Solo sabemos que hace falta mucho y hacemos proyectos para solucionar los problemas por parches.
Estas soluciones parciales de los problemas son en exceso costosas y aunque se hagan el ciudadano siempre tiene la sensación de que el problema sigue existiendo y es porque en realidad sigue existiendo.
Debemos conocer las cantidades exactas que se necesitan de cada servicio y a partir de ahí definir el alcance de los proyectos, aunque la inversión inicial sea alta y aunque el tiempo de terminación sea largo, deben atacarse con la idea de erradicar el problema de una vez por todas, fabricando las alternativas definitivas y totales que eliminaran los problemas y sus causas raíces. El “paño con pasta” resulta ser muy caro y no representa la solución.
Alguna información numérica dice que el 22% de los niños que nacieron en el 2005 no tienen actas de nacimiento. Por lo visto, nuestros políticos no entienden que para poder resolver los problemas debemos tener información, debemos saber a cuantos dominicanos debemos servir, pero si ni siquiera estamos exigiendo actas de nacimiento la situación se complica más.
El tema de control poblacional deber ser catalogado como de “Seguridad Nacional”. Declaraciones como las emitida Eddy Olivares, juez de la Junta Central Electoral (JCE), de que el sistema de Registro Civil es vulnerable debido a la facilidad con que se puede adquirir una cédula falsa. De que el sistema es víctima de inmigrantes ilegales, delincuentes y narcotraficantes que falsifican cédulas de identidad sobornando a los propios empleados del tribunal comicial no deberían dejarse pasar por alto.
Lo preocupante de esto es que esa ineficiencia, corrupción y descontrol en la JCE existe luego de que el Banco de Reservar haya hecho un préstamo de RD$500 millones que teóricamente iban a ser usando para “automatización y modernización del registro civil”. Actualmente el problema principal de la JCE, no es el de mejorar su eficiencia, o el de buscar la automatización y modernización el registro civil, el de eliminar empleados corruptos ni el de poner bajo control ese desorden que tienen ahí, sino es el de pagar el préstamos tomado al Banco de Reservas el cual descuenta unos RD$45 millones mensuales que no generan y que definitivamente no pueden pagar. La situación ha puesto en riesgo el éxito de las elecciones congresuales estipuladas para Mayo del 2010 y definitivamente nunca los dejará pensar en la necesidad imperiosa de hacer un censo nacional y tener un control adecuado de la población.
Durante la era de Trujillo existía un control total de la población, el carné de miembro del partido se convertiría en un documento obligado para todos los dominicanos mayores de edad y era necesario para la mayoría de las actividades cotidianas, como buscar empleo o salir del país. Regularmente las patrullas militares que recorrían la ciudad exigían a los ciudadanos “los tres golpes”: La cédula de identificación personal, el papel de certificación de haber hecho el servicio militar obligatorio, el carné de miembro del Partido Dominicano, conocido popularmente como “la palmita”. Quien no tuviese estos tres documentos podía ser acusado de delito de vagancia.
Actualmente, estados unidos se prepara para la realización de un censo nacional. La Constitución de esta nación requiere un censo nacional cada 10 años, con esto podemos ver la importancia que país norteamericano le da al tema. El censo se encarga de contar cada persona residente de los Estados Unidos, es decir, en todos los 50 estados, Washington D.C., Puerto Rico, U.S. Islas Vírgenes, Guam, el Commonwealth de las Islas Mariana del Norte, Samoa Americana. Los objetivos principales del censo son: contar a todas las personas y para la distribución todos los años de más de $300 mil millones de fondos federales para los gobiernos estatales y locales.
Nosotros, los dominicanos, también debemos hacer un censo nacional, bien hecho. Este censo nos permitirá conocer las magnitudes reales de los problemas, organizarlos, priorizarlos y poder evaluar las alternativas de solución, pero también nos permitirá tener un control más detallado de la población dominicana. Hacer una base de datos con la información de todos los dominicanos. Donde vive, donde trabaja, que paga de impuestos, si tiene cedula, licencia, pasaporte, de salud, fichas policiacas, familiares, padres, hermanos, hijos.
Esto apoyará los nuevos sistemas de control de natalidad, control de delincuencia, control y eficientización de documentos, entre otros. Para poder solucionar el problema, debemos primero conocer con exactitud su tamaño.
Por otro lado, República Dominicana está llena de extranjeros indocumentados y/o documentados que están ocupando las plazas de trabajo ya sea porque el dominicano no está en disposición de realizar trabajos que considera denigrantes y/o mal remunerados (como es el caso de los haitianos), como puestos de importancia que las empresas no otorgan a dominicanos por considerarlos con poca preparación académica o porque desconfían de valores importantes para la empresa como pueden ser la Integridad y el liderazgo entre otros. Estos puestos están en manos de colombianos, venezolanos, cubanos, chilenos, argentinos, mexicanos y de otras nacionalidades.
Nuestro país debe ser mas celoso con el otorgamiento de visas de trabajo, y con el control de los trabajadores indocumentados con/o sin permiso para laborar en el país.
Cada plaza de trabajo que está en manos de un extranjero representa una familia dominicana que no tiene empleo, que no tiene fuente de ingresos y que está obligada a la indigencia.
Es necesario entender que la principal responsabilidad del gobierno dominicano son los dominicanos y que mientras haya dominicanos que vivan por debajo de la línea de la pobreza, la República Dominicana no puede ser fuente de empleo para extranjeros y mucho menos si están indocumentados.

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